La Cuenca Lechera… un recorrido a través de su historia

La Cuenca lechera de Tizayuca se fundó en 1976.

Nació con el objetivo de que los ganaderos que se encontraban en la Ciudad de México tuvieran un lugar donde realizar su producción, sin que afectara a los habitantes que vivían cerca de estos complejos. Tenía 126 establos. Eran los años del echeverriato, Era la presidencia de Luis Echeverría Álvarez (1970 a 1976).

En entrevista con Diario Plaza Juárez, Don Leopoldo Jiménez recuerda que el gobierno ofreció créditos para que los productores pudieran adquirir un establo y lo fueran pagando cómodamente en el Banco Internacional de Desarrollo.

El crédito era por 120 mil pesos por establo que estaba completamente equipado. Contaban con:

  • Sala de ordeña
  • Maquinaria
  • Tanque de leche
  • Una carreta
  • Un tractor
  • Un pie de casa
  • De 40 a 50 vacas, aproximadamente
  • Una camioneta Pick Up
  • Centro de recría

El gobierno les hizo la promesa de que su inversión sería a largo plazo y que representaba una garantía para el futuro de los ganaderos y sus familias, provenientes principalmente de Jalisco y de otros estados de la República Mexicana, además de gente que venía de España e Israel.

En 1979 el padre del señor Leopoldo Jiménez compró su establo que aún conservan. En el trabajan ahora sus hermanos y varios de sus nietos.

Además de los establos cuentan con espacios que son utilizados para el ensilaje del maíz, recolección de estiércol, planta de alimentos para las vacas y una clínica animal para atención y prevención de enfermedades.

 

LOS BUENOS TIEMPOS DE LA CUENCA LECHERA

Durante 14 años la Cuenca lechera vivió sus mejores momentos. Había expansión. Había crecimiento. Generó 3 mil empleos directos y aproximadamente 12 mil empleos indirectos. Mejoró la economía en la región. Fue en esos años en que los ganaderos decidieron crear una empresa llamada Leche Real de Tizayuca, en la que los empresarios vendieron directamente su producto. Solamente duró un año… quebró.

Don Leopoldo Jiménez mencionó que uno de los proyectos que tenían para los ganaderos era una planta de leche para que pudieran venderla directamente. Esto lo lograron ya en el foxiato, con Vicente Fox (2000-2006) como presidente.

Sin embargo, terminaron por venderla a la empresa LALA, por lo que nuevamente se quedaron sin nada.

Don Leopoldo dice con tristeza que la Cuenca Lechera tiene la tendencia a desaparecer. Asegura que los factores principales que la perjudican son:

  • Los bajos precios que reciben por cada litro de leche
  • La falta de agua
  • Invasión de fraccionamientos y casas que se encuentran alrededor de ellos
  • Desinterés del gobierno por brindarles ayuda.

 

Explicó que el estiércol es un abono orgánico muy apreciado por habitantes de la Ciudad de México y otros estados; pero los tizayuquenses los desprecian para las tierras de cultivo. “Aquí lo tiran, a 5 kilómetros a la redonda, ya que es muy caro transportarlo para la gente que realmente lo utilizaría”.

Es una verdadera tristeza que no se reconozca el trabajo del productor y la mano de obra y todo el proceso que realizan para la obtención de leche: “El precio que pagan por litro de leche es de 5.50 ó bien 6.50, mientras que las grandes empresas lo venden a precios muy elevados (de 12 a 14 pesos, según la tienda o supermercado).

Esta corresponsal hizo un recorrido por las instalaciones del establo número 124 acompañada de Eduardo Jiménez, hijo del señor Leopoldo Jiménez quien continúa con el negocio y tradición familiar, me explicó a detalle el procedimiento para ordeñar una vaca.

Me contó que sacan a las vacas de sus corrales, por secciones, a las 4:00 de la mañana; las pasan a un cuarto llamado sala de espera, donde se encuentran todas juntas. Una por una van pasando a la sala de proceso; ahí hay tres personas que se encargan de limpiarlas con una manguera a presión. Con el agua les quita el estiércol que llegan a tener entre las patas y ubres. Para desinfectarlas y matar cualquier bacteria les echan yodo o cloro, una semana aplican uno, a la otra semana el otro.

Después secan cada ubre con papel estraza y las limpian; utilizan un presello que seca en 45 segundos. Posteriormente ordeñan la leche con mangueras de extracción. El tiempo de ordeña para cada vaca es de dos a cuatro minutos. El personal que trabaja en esa área debe de utilizar cofia, guantes y botas de hule.

Finalmente, utilizan un sello que se les coloca a las vacas para que no quede expuesta la ubre. Es una pequeña capa transparente que seca en 45 minutos; y que sirve para protegerlas de enfermedades.

En seguida, las vacas pasan por un pasillo en el que hay un desnivel (vado sanitario) en el que se encuentra agua con un químico que utilizan para que cuando pasen se mojen las pezuñas y se les hagan más duras. Esto, porque al estar en los corrales, con suelo de concreto, los animales se pueden lastimar.

Describió que hay unas máquinas de ordeña llamadas “Espina de pescado”; en la que el ordeñador necesita utilizar mandiles de hule además del material antes mencionado; ya que la vaca queda a una altura en la que el ordeñador no necesita sentarse porque se encuentra arriba y queda a la altura de la cintura del trabajador, por este motivo utilizan los plásticos para protegerse de que los moje la leche, solamente algunos establos cuentan con las “Espina de pescado”, lo que les facilita su trabajo.

Después de la ordeña la leche va directamente, por tubos, a un tanque donde la mantienen a una temperatura de 4 grados centígrados, cuidando siempre que la calidad de la leche sea la mejor.

En su establo, tienen 13 máquinas de ordeña tradicional en la que el empleado se tiene que sentar en un banco para poder trabajar debajo de la vaca.

Cada establo cuenta con un Shut (o trampa) que es un corral hecho con tubos y un cabezal en el que cabe una vaca y se puede inmovilizar. Lo utilizan para que los veterinarios chequen y atiendan a detalle, lo que sería imposible si la vaca estuviera suelta.

DIETA Y… REPRODUCCIÓN DE LAS VACAS LECHERAS

 

Las vacas comen una gran variedad de granos como maíz, canola, zacate molido, rastrojo y llevan una dieta recomendada por un veterinario.

El primer servicio que da una vaca es cuando cumplen un año dos meses, momento en el que se puede inseminar. Su peso tiene que ser de 370 kilos para que puedan tener becerros sanos. Una vez embarazada hay que esperar los nueve meses de gestación. Cuando ésta se presenta son trasladadas a un área especial de partos en la que están solas de 60 a 70 días.

Una vez que nace el becerro. Los veterinarios dejan que su madre limpie a su cría y le quite la placenta. Después separan al becerro de su madre.

La cría es llevada a una caseta volada (corral elevado), donde permanecen durante 15 días. Ahí se les mantiene a una buena temperatura. Son alimentadas con biberones por el personal que les da leche, Yakult o atole de arroz, en lo que sus sacos estomacales comienzan a crecer, para que luego digieran su comida normal.

En sus orejas les hacen unos orificios en donde les colocan unas etiquetas que tienen la fecha de nacimiento, el nombre de los padres, el número de establo, con el fin de que las reses no se pierdan.

Después las bajan a un corral individual en el que permanecerán dos meses.  Ahí cuentan con más espacio para que comiencen a caminar. Empiezan a quitarles el biberón. Para que comiencen a comer les dan granos molidos, alfalfa y canola para que crezcan sanos. Cabe destacar que el 80 por ciento de las crías no necesitan antibiótico a menos que estén enfermas pero desde pequeñas tratan de que no consuman medicamentos.

Para limpiar sus corrales utilizan la cal y el sol como desinfectantes naturales.

Esta corresponsal pudo observar que el personal que trabaja en este establo lo hace con mucho compromiso y amor. Con un gran respeto por las vacas que les brindan todos los días esa leche que les genera su fuente de empleo.

Los empleados tienen dos turnos, ya que las vacas pastan dos veces al día, al igual que los becerros, los ordeñadores van de 4:00 a 6:00 horas y de 14:00 a 18:00 horas, los supervisores de 15:00 a 18:00 horas de la tarde y el encargado de los becerros de 7:00 a 12:00 horas y de 15:00 a 17:00 horas para tenerlas lo mejor cuidadas que se puedan.

Finalmente, cada ganadero busca por su propia cuenta a las empresas a las que les vende la leche y los productos derivados: a Santa Clara, Mondelez, Alpura, grupo LALA y queseros de la Ciudad de México y Estado de Hidalgo, a quienes venden sus productos que tienen la calidad y normas que las grandes empresas exigen.

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