Home Nuestra Palabra Tiempo perdido

Tiempo perdido

0

Vitral Político
    •    La Ley de Seguridad Interior duerme en comisiones de la Cámara de Diputados, sin posibilidades de que transite, antes bien, con las circunstancias políticas en contra de un acuerdo. Se ha dicho que esa norma permitiría ajustar la actuación de las fuerzas armadas al respeto a los derechos humanos.

 

Avanza la inseguridad en el país, y se disparan los índices de robos de automóviles, a casas habitación, homicidios, secuestros, extorsiones, lo cual es causa de temor en la población en las distintas regiones del país.
Mientras, las fuerzas políticas tienen un interés primordial muy diferente a la seguridad de la gente, que consiste en la sucesión presidencial. Importa más a la clase política la contienda de 2018 que el dramático aumento de la actividad delictiva.
El anverso de las estadísticas delictivas es un debate cíclico sobre qué hacer con el Ejército y la Marina, fuerzas que deben replegarse, dicen, a los cuarteles, pero nadie traza el camino de retorno.
La última fase de la discusión ha sido la conveniencia o riesgo de una Ley de Seguridad Interior para normar la acción de miles de efectivos militares que enfrentan al crimen organizado, el cual vive su época de más poder destructor.
La Ley de Seguridad Interior duerme en comisiones de la Cámara de Diputados, sin posibilidades de que transite, antes bien, con las circunstancias políticas en contra de un acuerdo. Se ha dicho que esa norma permitiría ajustar la actuación de las fuerzas armadas al respeto a los derechos humanos.
Sin embargo, en su contenido no está la solución al incremento de los delitos contra la seguridad de las personas y de sus bienes, lo cual representa el más grande de los problemas en el país.
Entonces, nada efectivo se está haciendo a favor de que vuelva la tranquilidad a las familias, colonias, barrios, ciudades del país, porque las fuerza políticas tienen otra prioridad, que es resolver sus disputas por las candidaturas, sus alianzas para 2018.
El país empieza a detenerse. Y si primero son los candidatos, después vienen las campañas, y las elecciones y la toma de posesión presidencial, y a ello sigue la curva de aprendizaje, antes que el Estado se ocupe de su primera obligación, la seguridad de la gente.
Así México pierde el tiempo, pero la delincuencia cobra auge…
VIDRIOS SUCIOS.– Se investiga si el jefe delegacional en Tláhuac, Rigoberto Salgado, tiene vínculos con el abatido Felipe de Jesús Luna Díaz, cabecilla de un poderoso grupo criminal con base social en la Ciudad de México.
El pasado 20 de julio, la Armada enfrentó al delincuente, y en reacción gente de la localidad salió en apoyo y solidaridad con Luna Díaz, mientras que otros cómplices enfrentaron a la fuerza pública, en defensa de una rica red de narcomenudeo.
Una eventual relación de autoridades locales y delincuentes, que se investiga en Tláhuac, recuerda el esquema de colusión que hubo en Iguala, Guerrero, en 2014, entre el alcalde José Luis Abarca y Guerreros Unidos, un grupo delictivo de la región, causante de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
Rigoberto Salgado dijo que desconocía la presencia en la zona que gobierna de Felipe de Jesús Luna Díaz, lo cual mereció el rechazo de la secretaria de Gobierno de la Ciudad de México, Patricia Mercado. Hoy se investiga si Salgado y Luna tienen conexión, y en su caso sería un asunto de narcopolítica…
CONTRASTE.– El Senado prepara una recepción para el demócrata Bernard Sanders, político estadounidense progresista, defensor de los derechos humanos. Bernie Sanders contendió con Hillary Clinton por la candidatura de su partido, el año pasado. Con su próxima visita a México, en fecha por definirse, la diplomacia parlamentaria mexicana, envía un mensaje a Washington que no necesita descodificador…
VITRAL SOCIAL– En el 01 800 553 3000, la CNDH toma denuncia de violaciones a derechos humanos…