- El Gobierno envía 8.500 soldados para combatir tráfico de drogas y armas además de patrullar enclaves urbanos
Por tercera vez en un año, el Ejército se desplegará en Río de Janeiro para hacer frente a la dramática situación de inseguridad que viven la ciudad y parte de su Estado. El presidente de Brasil, Michel Temer, ha firmado un decreto que permite movilizar 8.500 soldados en una operación que está previsto prolongar hasta diciembre de 2018. También enviará agentes de otros Estados hasta completar un contingente de seguridad de 10.000 personas.
El Gobierno ya había recurrido al Ejército hace ahora un año, para asegurar la seguridad durante los Juegos Olímpicos.
En marzo pasado, los soldados volvieron a la ciudad ante la situación de extrema vulnerabilidad por una huelga de la policía, que, con el Gobierno del Estado en situación de quiebra económica, cobra sus salarios con retraso y denuncia la falta de medios para protegerse y combatir el crimen organizado.
Las bandas de narcos se han hecho fuertes sobre todo en las enormes favelas del área metropolitana de la ciudad carioca. El Estado de Río es una de las zonas más violentas de Brasil, con medias de hasta casi 20 homicidios por día para un total de 16,5 millones de habitantes.