• El poder y el tiempo
• MINUTARIO
Pocas profesiones, oficio si así le insisten en llamar algunos, tan complicadas de ejercer como el periodismo; porque amén de la terrible inseguridad que hoy se vive en el país, y que ha dado como resultado el asesinato de muchos colegas, la relación que mantiene con el poder político siempre será complicada.
Muchos han afirmado con absoluta certeza -porque la vida se los ha enseñado-, que difícilmente quien ejercer el trabajo de informar, puede llegar a ser amigo de quien ejercer el poder por mandato popular ,y viceversa. Cuando más, es viable una relación de respeto, que no está exenta de mutua conveniencia.
Resulta casi siempre, y con notable excepciones, una convivencia necesaria, no siempre fundamentada en la simpatía, pero parte del propio esquema de un sistema como el nuestro, y que se repite en la mayor parte del mundo.
Cada cual sabe sus límites, y en este conocimiento casi intuitivo, se fundamenta la posibilidad de que con base a la inteligencia, se obtenga como resultado una labor periodística libre y crítica, y del otro lado una tendencia constante al respeto de la opinión del que escribe.
El periodista sin embargo no está ajeno a un sentimiento humano que existe, y que bajo ninguna circunstancia debe ser confundido con la complicidad. Se llama agradecimiento.
Ser agradecido es un principio básico que retrata de manera clara a cualquier persona, y nos da luces sobre quién es el que nos habla. Lo contrario también, y prende de manera inmediata las alertas, porque lleva al polo opuesto que es ser desagradecido.
En esa continua relación del poderoso con quien labora en los medios, o bien los dirige, es posible construir un respeto que si bien lejano está de la amistad, implica un sentido real de haber compartido un capítulo en la historia de un estado, un país, un municipio.
Terminado el mandato del político casi siempre sigue una tormenta que se desata en torno a él, porque no hay posibilidad de crecimiento para quien lo sucede, si antes no se deslinda abierta y públicamente del antecesor.
A veces este proceso es suave como el terciopelo, y después de nubarrones que presagiaban tormentas llega la calma. Quien ejerce el periodismo regularmente sabe distinguir estos momentos.
En ocasiones los huracanes se hacen reales y dan pie a que no pocos muestren el cobre, como se dice popularmente, al unirse con regocijo y alegría al linchamiento público del que apenas hace unos meses celebraban y ungían con los adjetivos más escandalosos al grado de colocarlo a un paso de ser un Semidiós.
Por supuesto resulta tan cómplice de un pillo el que antes lo llamó “luz del universo”, como el que ahora lo escupe en la cara y le tira piedras para que el “respetable” mire cuánto es su odio.
Pareciera que ante un panorama en que es imposible defender lo indefendible, puede resultar una posibilidad cuando menos no unirse a la turba que hoy se nutre principalmente, de los que a toda costa buscan borrar un pasado que les pesa, y les complica su tarea de adorar al poderoso en turno, que obviamente buscarán que sea quemado en la hoguera pasados los años.
Algunos dirán que es propio del ser humano. Tal vez, pero no de los que marcan la diferencia a la hora buena. Un mínimo signo de agradecimiento es cuando menos no correr por la gasolina para echarla encima del que simplemente un día se despertó sin poder, y llevado al baile por los que estaba seguro eran de su confianza.
MINUTARIO.- Compromiso del actual gobernador, Omar Fayad Meneses, casi a unos días de tomar posesión, desaparecer el fuero constitucional finalmente se ha hecho realidad. Y por supuesto es algo importante, luego de que la razón mismo de su existencia se había perdido por los abusos cometidos.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta
CITA:
En ocasiones los huracanes se hacen reales y dan pie a que no pocos muestren el cobre, como se dice popularmente, al unirse con regocijo y alegría al linchamiento público del que apenas hace unos meses celebraban y ungían con los adjetivos más escandalosos al grado de colocarlo a un paso de ser un Semidiós.
