Venezuela: buscan que consulta sea ultimátum

Es lo que pretende la oposición

    •    La Mesa Unidad Democrática enfrenta el desafío de interpretar con tino el mandato de sus electores para detener la Asamblea Nacional Constituyente que promueve el Gobierno


“Creo que los resultados tienen un significado táctico y otro estratégico”, explica Capriles, quien no tiene parentesco con el líder opositor. “El primero es que la Asamblea Nacional, tan golpeada, vuelve a quedar legitimada para reasumir sus competencias y avanzar en la designación de los nuevos miembros del Tribunal Supremo y del Consejo Electoral. El otro es el mandato para formar un gobierno de unidad nacional”.
Cuando todavía se evaluaba el impacto que podría tener sobre la crisis de gobernabilidad en Venezuela la consulta popular que la oposición celebró el domingo, los dirigentes de la Mesa Unidad Democrática (MUD) enfrentaban el desafío de interpretar con tino el mandato de sus electores para traducirlo en una acción política decisiva para las próximas dos semanas.
Casi a la medianoche del domingo, los rectores de la inédita consulta dejaron saber que, con 95% de las boletas escrutadas, 7,2 millones de personas habían atendido el llamado opositor a manifestar su rechazo a la venidera Asamblea Nacional Constituyente, que el Gobierno de Nicolás Maduro impulsa, y a respaldar a su vez la conformación de un Gobierno de unidad.
“La consulta es una cosa que no tiene ni parámetros ni antecedentes”, advierte la analista política y profesora de la Universidad Simón Bolívar de Caracas, Colette Capriles.
“Era algo entre una elección y una protesta, algo que tal vez se podría llamar una protesta electoral, que, sin embargo, no puede ser medida ni con los criterios de una ni con los de la otra. A las cosas que haces debes darle un contexto, pero la verdad es que nadie se atrevió a darle un framing adecuado a la manifestación opositora del domingo, ni siquiera a dar señales en términos de manejo de expectativas; todavía el sábado nadie daba ni un centavo por lo que sucedería el domingo”.
Se espera que, al totalizar los escrutinios, se alcance la cota de los siete millones y medio de participantes. Es un número robusto, superior al de los votos obtenidos por el candidato Henrique Capriles Radonski en las presidenciales de 2013 y apenas por debajo del clamoroso triunfo opositor en las parlamentarias de diciembre de 2015 (cuando la oposición consiguió 7,8 millones contra 5,6 millones del oficialismo). Pero tampoco fue la goleada que la MUD hubiera querido en un escenario ideal: la meta habría sido entonces superar con holgura la cifra de los 7,5 millones de votos con que Maduro obtuvo la presidencia en abril de 2013.

Related posts