El escándalo de los mails rusos y Trump Jr.

Se ahonda la fractura en EU
    •    El presidente Trump monta en cólera ante los suyos por el nuevo capítulo en la trama rusa


La estrategia para enfrentarse a la nueva crisis ha sido ya ensayada otras veces. Negarlo todo. Hacer como si nada hubiera pasado. Eso fue lo que intentó Donald Trump Junior en la entrevista que concedió a la cadena Fox.  Ahí se vio que reunirse con una emisaria del Kremlin, esperar información tóxica contra una candidata rival, aceptar el juego de una potencia extranjera son, para el primogénito, asuntos menores. Hechos exagerados por una prensa “sensacionalista y deshonesta” que “no sirve a los intereses de su país”.
En casa de los Trump todo sigue igual. El hijo mayor del presidente de EU es “inocente, transparente, abierto” y la investigación por su reunión con una supuesta enviada del Kremlin supone “la mayor caza de brujas de la historia política”. No hay más vueltas. Antes de volar a París, Donald Trump dejó clara su doctrina ante los republicanos y volvió a intentar pasar página a un escándalo que cada día fractura más al país.
Escándalo o ruido. Demócratas y republicanos miran desde aceras distintas el desarrollo de la trama rusa. Para los primeros es el puñal que puede acabar con el presidente; para los segundos, griterío que no conduce a ninguna parte.
A favor de los conservadores, juega que no hay detenidos ni acusados, tampoco ninguna prueba que incrimine directamente al presidente. Todo es aún previo. Para la oposición, la nube de indicios que apuntan al Despacho Oval es apabullante y la maquinaria fiscal no ha hecho más que ponerse en marcha.
La Casa Blanca, aunque su interior sea un hervidero y el presidente monté en cólera con cada nuevo capítulo, intenta mostrar calma y distancia. Pero no logra apagar el fuego. Su acercamiento al presidente ruso la semana pasada en Hamburgo, lejos de marcar un inicio, ha vuelto a quedar en entredicho con las últimas revelaciones.

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