Un Infierno Bonito

QUISIERON ESPANTAR A LOS GENDARMES.
Dos hombres y una vieja greñuda, quisieron espantar a los policías, estaban en un terreno baldío, aventando balazos, al aire, los policías al escuchar, los plomazos se tiraron  pecho tierra, sacando su pistola y arrastrándose, para ponerse frente a frente a ver de que tigre salen mas rayas.

Más tarde, les dieron para adentro, metiéndolos en un calabozo por chistosos; se informó que los policías, recibieron una mentada (perdón) una llamada, les dijeron que estaban tres monos echando bala a lo canijo, en la comunidad de San Antonio.
Los uniformados se subieron a la camioneta  patrulla, fueron al lugar donde les dijeron, que se pusieran abusados, no les fueran a dar en toda la madre, al llegar encontraron dos vehículos estacionados, un Volkswagen Jetta, color negro y un chevrolet color blanco, estaban afuera dos hombres con una vieja greñuda disparando con pistolas.
Se explicó que al notar la presencia de los uniformados, no dejaron de disparar, más cerca de donde estaban los gendarmes con el fin de que se fueran por las moscas, los gendarmes se tiraron  al suelo y por el radio pidieron ayuda.
Llegó un batallón  por todos lados, que rodeo a los tiradores y les dijeron que levantaran las manos, y que se tiraran al suelo, los esposaron y aventaron a la batea, se los llevaron al área de retención;  puestos ante el ministerio público se les preguntó que porqué estaban tirando balazos.
Uno de ellos, contestó que lo hicieron con el fin de espantar a los uniformados, les contesto que a los policías no los espantas, ni su suegra, y que ya no lo volvieran hacer porque iban dispuestos a contestar la agresión ya que llevaban unos cuernos de chivo para darles en la madre.
Todo esto fue en Tizayuca Hidalgo, y como no tenían licencia para matar, los mandaron a Pachuca, les preguntaron que porqué lo hicieron, les contestaron que estaban jugando, les dijo el agente social, que se iban a quedar arrestados y que para la otra vez que fueran a jugar como los gatos chiquitos, con la cola de su madre.

POR UN PELITO LA DESMADRAN.
Los uniformados rescataron a una vieja greñuda de 26 años, los vecinos estaban que se los llevaba el tren, le cayeron en la movida cuando intentaba robarse a una chavita, los hechos estuvieron de la patada para la ladrona, de nombre Liliana, la mañana del lunes en el poblado de San Marcos Yachihuacaltepec, en la ciudad de Toluca.
Llegaron a tiempo los gendarmes y encontraron a los vecinos como agua para pelar pollos, a la señora la salvó la campana y más cuando vieron los vecinos que no pudieron lograr lo que ellos querían, les mentaron la madre por meterse en lo que no les importa, y más en el preciso momento en que la tenían en cuerdas.
La mujer fue trasladada a las instalaciones de la gendarmería del estado de México y se la llevaron al Ministerio Público. Los primeros reportes de la policía, señalan que la vieja se iba a robar a una menor, en el momento cuando su madre la sorprendió,  comenzó a gritar como loca, tanto que espanto a los perros y no dejaban de ladrar hasta que salieron los vecinos a ver que pez; pensaron que era la llorona.
En menos que canta un  gallo, salieron de su domicilio los vecinos armados de palos y piedras; golpearon a la mujer que pedía paz y le daban más, cuando los vecinos la tenían agarrada de las greñas y las mujeres le daban de palos como a la piñata, llegaron los preservativos (perdón) los preventivos, y metieron su cuchara salvándola.
A pesar de que los vecinos estaban que se los llevaba la grosería, los policías la rodearon no dejándole que le pegaran un palo más. Y ellos se llevaron su parte por metiches, aparte muchas mentadas de madre.
La gendarmería se agarró de la mano haciendo un círculo donde la mujer quedara en medio, algunos que llegaron tarde pensaron que estaban jugando a la Rueda de San Miguel.
Llevándose varios golpes con palos, hicieron una valla y la sacaron antes de que la desgreñaran y le arrancaran el cuero, dijo el ministerio público, que en unas horas iba arreglar su situación, y la metieron con los agentes investigadores, para que la investigaran, porque muchas veces, en estos biznes de robachicos, en lugar de darle al violín le dan al violón.

LA CALACA SE LLEVÓ A UNA MUJER.
Esto sucedió en el municipio de Tepeji del Río, la señora era de la tercera edad y quedó tirada en los portales del jardín municipal este fin de semana.
A pesar de que los paramédicos de protección civil, brindaron oportunamente los primeros auxilios, la mujer ya había estirado la pata. Todo sucedió a las 9 de la noche, los elementos de la policía municipal recibieron una llamada, que estaba una mujer tirada, pero no sabían si se le habían pasado las copas o le dio un paro en la molleja.
Tenía aproximadamente 61 años de edad, al saber la situación los gendarmes salieron hechos la mocha a ver que pez, hicieron a un lado a la gente que estaba haciendo mosca mirándola, por poco se llevan al bote a una viejita, que a toda costa quería meterse entre la bolas de los señores, para que le ayudan a la mujer.
Los policías, la echaron para atrás pero ella se quería meter a la de ahuevo preguntando qué era, y no se fue hasta que la vio, y dijo que solo era un desmayo. Los gendarmes acordonaron el lugar echando a la gente para atrás,  que por curiosidad de saber que le había pasado o a lo mejor era algún familiar o conocida.
Le dijo uno de los paramédicos al comandante, que no tenía signos vitales, que ya se había ido al valle de las calacas. Llegó el Ministerio Público con toda su gente y dieron el banderazo para que levantaran el cadáver y mandarla al servicio médico legista, poco después llegó un familiar a buscarla y dijo que la mujer padecía de hipertensión y tenía diabetes, que era una vecina de la comunidad de San Mateo en Tepeji del Río.

ENCONTRARON UNA  ENCOBIJADA.
Una mujer que cargaba una pena en el alma, que solo la mataba el licor, se despacho con la cuchara grande, y se chupo ella sola un pomo, le valió madre el frío que hace en la capital hidalguense, la lluvia y el viento, que se los paso por el arco del triunfo.
 Saco una cobija que llevaba y se enredó en ella y se durmió en plena calle, arriba de la banqueta, la gente al verla algunas pensaron, que era de las que andan pidiendo limosna o alguna que la corrió su viejo, hasta que pasó un señor sacó su celular y marcó al 911, les dijo a los que le contestaron la llamada que estaba una mujer muerta.
Se encontraba a unos metros del Panteón municipal, llegaron los uniformados haciendo un escándalo de la patada con las sirenas abiertas junto con los de protección Civil, la gente los siguió para ver que es lo que pasaba, pensaron que iban al panteón a sacar un muerto que tenía cuentas pendientes con la policía.
También se colaron los agentes investigadores, junto con el ministerio público para levantar el cadáver.
Los vecinos buscaban la forma de ver lo que pasaba, entre ellos se corría la voz de que era una encobijada, de los que vienen a tirar los narcos a Pachuca,  los paramédicos de la Cruz Roja se acercaron para tomarle los signos vitales, la mujer se estiró y se pararon hechos la mocha, como queriendo correr porque se movió la que decían que estaba muerta.
Se acercaron cuando abrió los ojos y les pregunto “qué se les perdió”, no estaba muerta andaba de parranda se le pasaron las copas, y se quedó en el suelo envuelta en su cobija, a dormir la mona.
Se quedaron con la duda los uniformados, porque no sabían que  paso, si se emborrachó sola o con compañeros de parranda,  dijeron  sepa la bola el porqué estaba ahí, no se le entendió lo que hablaba porque estaba muy borracha.
Los comandantes no le hacían preguntas, porque como no descifraban lo que decía pensaban que les estaba mentado la madre. La pararon y se le doblaban las patas y se volvía a caer, para evitar broncas la subieron a la ambulancia de la Cruz Roja, seguros de que no estaba muerta, le aplicaron un chorrito de alcohol para que se alivianara.
La revisaron que no estuviera golpeada o atacada por los mismos borrachos con los que se va a tomar pulque, les dijo que se llamaba Kendra y que tenía 18 años. Como dejo la ambulancia toda apestosa a pulque la bajaron y la entregaron a los policías para que se llevaran y en una de las mazmorras se quedara algunas horas haciendo la meme.
Los uniformados buscaron alguna identificación para saber de dónde, era o buscar algún familiar y encontraron una credencial,  tenía los datos y llamaron a su jefa, que llegó echando madres y la paro de las greñas, les dijo a los uniformados, que gracias, que ella se hacía cargo de ella porque era su madre, se llama Elvira y que la iba a bañar con agua fría, para que se le bajara la peda. Que se emborracha por un chancludo de la colonia Ramos Arizpe.

PIDE QUE SE HAGA JUSTICIA.
Un señor de nombre Odilio Perusquia, pide justicia ya que fue víctima de unos ladrones, que se llevaron 100 mil chuchos del interior de su domicilio, en el municipio de Juárez Hidalgo.
El señor anda de un lado a otro y no quita el dedo del renglón para solicitar la ayuda del gobernador Omar Fayad Meneses, para decirle que ponga orden con las autoridades y hagan las cosas bien.
Dice que los policías agarraron a tres imputados, de los que le robaron y todavía le dieron una madriza, que le aflojaron el cuajo y le retumba el mofle y luego no sabe como le hicieron pero los dejaron en libertad.
Narró  la víctima, un señor de 74 años de edad, que ocurrió el hecho del robo el 11 de junio del año 2015 a las tres de la tarde, ya tiene más de dos años, y todavía anda penando pidiendo, justicia.
Comentó que los ladrones que se llevaron sus billetes de varias denominaciones y morralla son: Betuel, Eliud y a quien le apodan el gato; los que se encargaron de llevárselo y golpearlo son otros de sus compinches, Antonio, mejor conocido en el bajo mundo como “El Morado”, además lo acompañaban tres nacos de Huejutla.
Comentó que la que pagó el pato también fue su vieja, Ernestina Salcedo Morales, de su misma edad, dijo que su casa está en el barrio de la fuente, presentó su queja y mostro el número de la averiguación. También les comunico, que Betuel que es vecino de la colonia San Lorenzo, sabía a dónde guardaba el dinero, porque lo visitaba seguido,  porque tiene parentesco con su señora.
Le entró la ambición del dinero y mando a sus secuaces, a que madrearan a mi y a mi vieja; que la atormentaron amarrándola de las patas, preguntando donde estaba el dinero, sus compañeros Eliud fue quien manejó una camioneta acompañado de Cenobio Simón Pérez, testigo en sus declaraciones ministeriales y judiciales, que fue a los que agarró la policía.
Pero Jazmín Montaño Dorantes, metió la cola y con sus influencias, ha utilizado al director jurídico del municipio para sacar del bote a su cuñado Eliud.
Así mismo demandó la intervención de la Presidenta del Tribunal Superior de Justicia la Magistrada, Blanca Sánchez, para que el caso no quede impune.

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