El viernes pasado la Organización de las Naciones Unidas (ONU), celebró el “Día Mundial de los Servicios Públicos”. En ese día, el Observatorio de las multinacionales y el Instituto Transnacional, con el apoyo de nueve organizaciones más, publicaron un estudio titulado: “La recuperación de los servicios públicos: como las ciudades y los ciudadanos pasan la página de la privatización”, donde presentan 835 casos de servicios públicos que han vuelto a ser “remunicipalizados” en más de mil 600 ciudades y 45 países; es decir, han debido pasar de nuevo a la tutela del Estado después de haber sido privatizados.
Olivier Petitjean, cofundador y director del Observatorio de las multinacionales, comentó que el estudio mostraba como la vuelta de los servicios públicos a manos del Estado era, sin duda alguna, una reacción contra los abusos de los proveedores de los servicios y el aumento exorbitante de los costo reales por parte del sector privado, particularmente en el actual contexto de austeridad en la mayoría de los países; pero también plantea que es una oportunidad para transformar profundamente los servicios y hacer frente a los desafíos actuales, en un momento en que se cuestionan las fuentes contaminantes de energía y aumenta la preferencia por la comida orgánica.
En muchos municipios se están planteado seriamente el uso de las energías renovables y poner fin a la contaminación del medio ambiente. En Grenoble, Francia, por ejemplo, el municipio ecologista está buscando recuperar los servicios de energía y la municipalidad está ofreciendo comida orgánica, 100% local, en los comedores de los trabajadores municipales.
En algunas ciudades donde se habían privatizado los servicios de distribución de agua potable y alcantarillado, ahora están interesados en recuperar el control del Estado; mientras que en municipios donde la recogida de basura y su tratamiento había pasado al control privado, ahora las autoridades están desarrollando programas para poner fin a la basura.
En Barcelona desde 2015 se está desarrollando una política sistemática remunicipalización de los servicios públicos. La coalición cívica en Comú Barcelona (Barcelona en común) conquistó el ayuntamiento en 2015 y su alcalde, Ada Colau, inició una política sistemática remunicipalización creando tres jardines de niños, un servicio para la prevención de la violencia contra las mujeres y una empresa de servicios funerarios; de igual forma, creó una empresa de distribución de electricidad municipal y están trabajando para municipalizar el agua potable.
El agua, la energía y la basura están siendo los servicios públicos que están volviendo a pasar a control del Estado en muchos municipios del planeta, pues las autoridades municipales están proponiendo una mayor transparencia y un mejor control de los ciudadanos de esos servicios, después de años de experimentos con las empresas privadas que han proporcionado esos servicios a precios descomunales y con mala calidad.
Lejos de lo que uno puede suponer, este nuevo fenómeno no se limita sólo a Europa; numerosos municipios en Argentina y Chile, donde se habían privatizado diversos servicios como la recogida de basura o el suministro de agua potable y el mantenimiento del alcantarillado o el tratamiento de la basura, ahora están volviendo a manos públicas; incluso los servicios postales en Argentina, los cuales fueron privatizados en 1997 por la administración del presidente Nelson Kirchner, donde el Grupo Macri tomó el control del sector con una concesión por 30 años.
Es posible que mientras unos municipios en el mundo vienen de regreso de las privatizaciones y muchos servicios públicos están volviendo a pasar a ser controlados por el Estado, en el caso de México se esté pensando en privatizar todo, absolutamente todo; por lo que vale la pena que los ciudadanos y las autoridades lean ese informe, publicado en inglés, antes de tomar decisiones descabelladas que vayan en contra de los intereses de los ciudadanos.
