Prohibido disentir
Luisa Ortega Díaz: “Lamentablemente en Venezuela ya no hay un Estado de derecho, sino un Estado de terror”
Maduro destituyó el martes al comandante general de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Antonio Benavides, ratificando en su puesto al ministro de Defensa, Vladimir Padrino. Maduro dijo que Benavides asumirá en los próximos días un nuevo cargo, sin dar más detalles, agregando que será sustituido en el puesto por el mayor general Sergio Rivero
La crisis institucional de Venezuela se ha agudizó el martes, al tiempo que ofrecía un adelanto del choque de trenes que se avecina en la lucha por el poder. Si por un lado el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por el chavismo, que ya ha declarado en desacato al Parlamento, inició el camino para destituir a la rebelde fiscal general, Luisa Ortega Díaz; por el otro, la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), que apoya a la fiscal, se declaró en abierta desobediencia frente al Gobierno, a cuyo desconocimiento llamó a los ciudadanos, y adelantó que usará todos los mecanismos constitucionales para derrocarlo.
El Supremo admitió en la tarde del martes la solicitud, introducida el viernes por el diputado chavista Pedro Carreño, de un antejuicio de mérito contra la fiscal Ortega Díaz por la presunta comisión de “faltas graves en el ejercicio de su cargo”.
De prosperar la causa, el máximo tribunal del país podría destituir a la titular del Ministerio Público, una competencia que solo corresponde a la Asamblea Nacional, dominada desde enero de 2016 por una mayoría absoluta de oposición.
Sin embargo, en círculos políticos trascendió que el Supremo, que ya declaró en desacato al parlamento en septiembre de 2016 y nulas todas sus actuaciones, se valdrá de esa circunstancia para asumir las potestades de los diputados.