Cuautepec
En Tizayuca “impresionante… allá eran asesinatos, muertes, robos en plena calle”
ENTREVISTA (Continuación)
JR: Hay un tema que preocupa mucho a la ciudadanía, de hecho la gente deposita mucho su confianza en el párroco de Cuautepec, es el tema de seguridad, que pegó fuerte a finales del año pasado, ¿usted cómo ha enfrentado este tema, le preocupó a su llegada?
PJ: Si me preocupa porque también somos ciudadanos y es algo que nos ha pasado a todos, no solamente aquí en Cuautepec, de hecho la inseguridad allá la teníamos en la ciudad (Tizayuca), era impresionante, allá eran asesinatos, muertes, robos en plena calle.
La inseguridad es a veces también parte de un ambiente que hemos creado nosotros de egoísmo de individualismo; pero veo que esta ciudad hay un policía en las avenidas principales, en cada entrada a las comunidades y las cámaras de seguridad que hay; eso me ha llamado la atención. Entonces, creo que, como siempre hay que ponernos siempre listos, tener precaución.
Siempre le digo a la gente que seamos precavidos, por ejemplo, un carro se lo llevan en 10 segundos; entonces hay que ponerle un bastón, o sea, no podemos ser tan confiados; ya el bastón le cuesta (al ladrón) otros 10 segundos para llevárselo y en ese tiempo alguien puede ver y puede avisar.
Nos falta cultura de prevención, necesitamos una cultura de prevención y educación vial, además de ser previsores de los riesgos que se pudieran presentar.
JR: ¿Cómo se ha preparado para sus primeros festejos patronales?
PJ: Estamos tratando de tomar lo que ya se tiene, no vamos a cambiar nada, tomando las tradiciones de la comunidad y venimos haciendo las procesiones, sólo hemos aumentado unos días más desde 1ro de junio hasta el día 12; que fue acompañar todas las comunidades que vengan en una procesión y las calles de aquí de Cuautepec.
También invitamos a los textileros, a los que tienen sus talleres a que se unan a estas procesiones. Nos hemos organizado con varias empresas, con varios trabajadores y dueños de estas empresas. Hemos tenido una respuesta muy buena. Y nos hemos unido con las festividades propias de la liturgia de la iglesia, con la celebración de pentecostés, haremos un desfile, una velada; he encontrado aquí una gran religiosidad pero a veces más supersticiosa que buena; entonces, en la velada de oración lo que hacemos es orar, para pedir liberación y sanación de nuestros enfermos y de la gente que se ha dedicado a la superstición, brujería y todas esas supersticiones.
Y al otro día, la fiesta de pentecostés con que culmina toda la fiesta pascual de 50 días unida a la fiesta de procesión de ese día.
Las celebraciones concluyeron el día 13 de San Antonio de Padua con una misa a las 12 de la noche, donde se pidió por todos aquellos que hicieron su donativo para el adorno de la iglesia, que ascendió a unos 50 mil pesos.
A las 5 de la madrugada iniciaron las tradicionales mañanitas que ofreció la presidenta municipal, Haydee García Acosta, con mariachi y un grupo musical. A las 7 de la mañana fue la misa por las familias y a las 10 y 12 del día se tuvieron dos tandas de confirmaciones con la presencia del obispo; a las cuatro la oración por todos los que trabajan en el transporte y, finalmente, a las 7 de la noche se llevó a cabo la misa de los novios.
JR: Finalmente, ¿Cómo encuentra estructuralmente la iglesia, qué cambios vendrían y encontró problemas económicos?
PJ: Pues sí, realmente siempre hay desafíos y retos en una nueva administración de una parroquia. Es una parroquia que ya está establecida, que estructuralmente ya tiene varias cosas hechas; pero como todo siempre tratamos de poner un poquito más.
Económicamente es una parroquia cuya economía no es muy grande, pero creo que va a ir creciendo conforme vayamos también trabajando, porque siempre que fallece un padre se queda en número rojos, porque pues no hubo quien entregara cuentas; pero el padre Leonardo Margarito tenía muy claro esto y dejó una casa bien hecha y algunos salones que se organizaron.
La estructura está bien, y la parte humana de quienes la conforman, pues hay mucha gente que está dispuesta a seguir colaborando, hay gente que como todo, se cambia el párroco y se va, pero la mayoría se está quedando. Estamos tratando de incluir, como dicen nuestros políticos.
El padre José Jorge entró en el año de 1970 al seminario menor de Tulancingo; en Tula, Hidalgo estuvo ocho años, donde estudió la universidad y en 1984 se ordenó como sacerdote; estuvo dos años como vicario en Ciudad Sahagún para luego regresar como maestro en el seminario por seis años, aquí conoció esta parroquia de Cuautepec, hace 30 años.
En la sierra norte de Puebla, en Tlaola, zona náhuatl, fue mandado como párroco por cinco años, mientras que en Ahuazotepec estuvo por cinco años y, finalmente, siete en Tizayuca, antes de llegar a Cuautepec.
El próximo 8 de septiembre del presente año cumplirá 33 años como sacerdote. Es originario de Huamantla, Tlaxcala, pero oriundo de Cd. Sahagún, donde actualmente vive toda su familia.