Azote del pensamiento liberal, fue jefe del Comité de Estudios Republicanos, un grupo con más de 170 congresistas conservadores, donde promovió las ideas del libre mercado, la creación de empleo, el crecimiento económico o el apego estricto al espíritu literal de los mandatos de la Constitución. Scalise es un defensor a ultranza del derecho a las armas y es un político muy cercano al lobby de la Asociación Nacional del Rifle

Steve Scalise, herido de bala en el ataque de ayer en Virginia, es el látigo de Donald Trump en el Congreso. Jefe de bancada de la mayoría republicana desde 2014, lo convierte en el tercer republicano de mayor rango en la Cámara de Representantes, su misión es lograr la unidad de filas en su partido cuando se vota una ley.

Forjado desde joven en la política de su estado de origen, Luisiana, estado por el que ganó en 2008 su puesto como congresista en Washington, Scalise es un conservador con todas las credenciales ideológicas tipo de un republicano: crítico del gasto público, partidario de bajar impuestos, favorable a invertir en defensa militar, conservador en valores.

La victoria que más ha sudado en la legislatura actual ha sido la aprobación del proyecto de ley para demoler el sistema de asistencia sanitaria Obamacare, que Trump convirtió en una de sus promesas electorales y necesitaba poner en marcha. Pendiente de pasar por el Senado, la ley logró en mayo una victoria raspada en el Congreso con 217 votos a favor y 213 en contra -incluidos 20 republicanos que se le escaparon a Scalise y votaron con los demócratas-.