¿Dónde está mi cabello?

RELATOS DE VIDA

Era mediodía de domingo, el tráfico vehicular era la constante de este último día de descanso, y preámbulo para el inicio de una nueva semana; aunque el caminar de familias completas también inundaban las banquetas  y calles que cobijan la plaza principal del pueblo.
Todos los comercios de una inmensa gama de giros están abiertos, el domingo es de los más fuertes de venta, al ser la preparación para el regreso a la escuela y oficinas; pero uno en particular tenía mucha afluencia, una estética.
La razón de la larga fila de clientes en espera, es el costo por cada corte, solo 15 pesitos, pues la atención está a cargo de chicas que estudian estilismo y cultura de belleza, y el último día de fin de semana prestan horas de servicio social para concluir sus estudios, mientras que la cuota de recuperación es para la dueña del establecimiento por el uso de sus herramientas.
Hasta la silla de la metamorfosis llegó un pequeño que después de acomodarse, solicitó un corte moderno, como Cristiano Ronaldo; la practicante de estilismo buscó la aprobación del padre y comenzó con el despunte en el área del copete.
Posteriormente tomó una maquina, colocó unos dientes de otro número y empezó a rasurar la parte de la nunca y en los costados, cerca de las orejas; estaba a punto  de concluir, solo faltaba la pequeña línea para delimitar el partido para peinar el copete, cuando el freno y golpe entre dos carros espantó  a la practicante provocando deslizara completamente la máquina sobre la cabeza del pequeño.
Cuando la estudiante de estilismo se percató de lo que había pasado, volteó hacia el espejo para observar al niño, quien ya mantenía una mirada retadora, para después preguntar ¿dónde está mi cabello?, la joven atónita dirigió su mirada al padre del niño quien sonriendo le sugirió lo rapara, al tiempo que le decía -tu cabello está en el piso, en cuanto la chica termine, me lo dará en una bolsa para pegártelo, pero primero tiene que cortarlo todo.
El niño respondió, – pero ya no me pareceré a Cristiano- y sin dudarlo el progenitor contestó – no, pero te parecerás a Maluma y también está de moda- al terminar, le sacudieron el cuello y espalda, y el corte fue gratuito, y el pequeño salió aún inconforme pero entonando “puro, puro chantaje”.

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