Con incidencias menores, pero con un alto número de denuncias penales electorales, y una baja afluencia de votantes se desarrolló la elección en Veracruz para designar a 212 presidentes municipales.
Las autoridades electorales reportaron al menos 70 incidencias y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales de la PGR registró 252 querellas.
Las 10 mil casillas electorales lograron ser instaladas, aunque se suspendieron las votaciones en siete casillas. El hecho más grave ocurrió en Chicontepec, en el norte del estado, donde el candidato de Morena, Gonzalo Vicencio Flores, fue reportado como desaparecido. La última vez que lo vieron fue cuando acudió a emitir su sufragio.
En la sesión permanente de vigilancia del proceso electoral, Israel Flores Hernández, representante de Morena ante el OPLE, indicó que su abanderado iba acompañado de su esposa, Guadalupe Argüelles, y ocho personas más. Declaró que presuntamente fue interceptado por un grupo armado.
En Soconusco atacaron a tiros la vivienda del candidato de Movimiento Ciudadano y un militante del PAN fue herido con cuatro impactos de bala.
En el puerto de Veracruz hubo dos amenazas de explosivos en dos hoteles; en uno de ellos se localizó un artefacto que fue asegurado por elementos de la Secretaría de Marina (Semar).
Ocho policías municipales y 24 simpatizantes de un candidato del PT fueron detenidos en Castillo de Teayo por promover el voto a su favor.
Los partidos políticos se acusaron mutuamente de acarreo y compra de sufragios.
Acusaron al gobierno del panista Miguel Ángel Yunes Linares de encabezar una elección de estado.
Desde que inició la contienda, en noviembre de 2016, la fiscalía abrió 267 averiguaciones previas y 76 carpetas de investigación por presuntos delitos electorales.
