ALFIL NEGRO

GRILLOS DEL INAH SE LANZAN

CONTRA EL CENTRO CULTURAL EL RELOJ

Y SON COSECHA EN RÍO REVUELTO

 

Es de sobra conocido que en nuestro país, si se quiere que algo no camine o se empantane en grillas, en alegatos inútiles, en cuestiones legaloides que a nadie benefician, lo mejor es que intervenga el INAH y si es a través de su sindicato mucho mejor, porque son expertos en frenar todo, en no hacer prácticamente nada, en exigir todo, en hacer  un ruido del demonio para manifestar su descontento en expresiones radicales del todo o nada que finalmente “ni pichan ni cachan ni dejar batear”, como se dice coloquialmente, porque es su modo de actuar en todos los lugares donde se tiene la desgracia de tenerlos como residentes.

Se supone que es la institución que salvaguarda nuestro patrimonio cultural con sentido común y con la ley en la mano, pero en la práctica y de acuerdo al testimonio de muchas “víctimas” el INAH es una especie de la Santa Inquisición que en nombre de la salvaguarda de la cultura, frena todo intento de mejoras de edificios, y en muchos casos los edificios se caen sin que se les pueda hacer nada, porque el Santo Oficio o INAH dice que no se puede intervenir porque la ley así lo dice, o simplemente porque “ellos” así lo deciden en nombre del marco legal.

Lo peor del caso es que no se ve qué hacen.

Se supone que trabajan y seguramente lo hacen, pero nosotros el pueblo no lo vemos, y sólo nos enteramos de que existen por las grillas que hacen, cuando sus manifestaciones en contra de todo y a favor de nada, porque eso sí de que son rebeldes, vaya de que lo son.

Y en eso son libres de caminar por donde se les de su regalada gana, faltaba más.

Pero de pronto sucede que se involucran en grillas de los estados en que no se les ve la razón y se adivina la intención de sumarse a causas grillas de grupos que por lo menos utilizan sus posturas para las intenciones que traen desde nenantes y si es en tiempos electorales, mucho mejor. 

Tal es el caso del CENTRO CULTURAL  EL RELOJ que viene siendo golpeado por grupos bien detectados que le buscan por todos lados argumentos para demostrar que no cuenta con los permisos de la autoridad cultural para llevarse a cabo y que por lo mismo debe detenerse porque desde su punto de vista sólo se tiene permiso para una primera parte, pero no para el proyecto como tal.

 

Hasta ahora el INAH, sacrosanta institución que todo lo frena, no había intervenido, pero ya lo hizo y ¿qué cree usted?, pues claro, para gritar que desde luego, que se debe frenar la obra porque desde la perspectiva del Sindicato de administrativos, técnicos y manuales del centro INAH Hidalgo tanto el INAH como el ayuntamiento son OMISOS Y NEGLIGENTES con leyes tanto federales como estatales, porque se enteraron HACE POCO (o sea LOS ENTERARON los que quieren frenar la obra) sobre los dictámenes que hay sobre las obras y de ahí se lanzan en contra de su delegado RODOLFO PALMA de quien piden su cabeza porque no es digno de ser el que encabece el INAH.

O sea grilla interna, que aprovechan para agrandarla con el caso del Reloj y para decirle a los pachuqueños que todo lo que le pase al Reloj es por culpa del delegado que lo permite porque no aplica la ley y de esa manera quedan bien con los ciudadanos, aunque nadie traga ruedas de molino.

La grilla en el INAH en todo su esplendor.

De eso no hay duda, y en el río revuelto, vivos que desde fuera de esta grillada sacan ganancia en su pelea de grupo en contra del proyecto que la mayoría de los pachuqueños ven con simpatía, pues nadie en su sano juicio aceptaba la Plaza Independencia como estaba, sucia, maloliente y peligrosa.

Sin embargo, hay gentes, hasta ex alcaldes que en su momento dicen que la remodelaron pero no hicieron más que escenografías de medio pelo, que meten las manos para frenar y boicotear el proyecto del Reloj y que ven seguramente con simpatías la postura del sindicato del INAH.

Allá ellos.

Por lo pronto, la obra avanza, mientras los opositores buscan con lupa quién los apoye en su tarea de frenar una acción  que es necesaria, y ahora que las grillas del INAH les dan piedras en contra de la obra que encabeza Eleazar y el gobernador, no las desaprovechan, aunque el INAH sea por desgracia una instancia tan desacreditada que su juicio valga tan poco en el ánimo de todos.

Sobre todo, basta con ver quiénes les dieron cobertura grande para ver por dónde viene el impulso y darse cuenta que son los mismos que le siguen buscando tres pies al gato como dice el Quijote…

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