PARTE 1 (balazo)
Insinuaciones sexuales, acoso, sexo oral
y penetraciones en los baños públicos
Práctica realizada por años dentro de este lugar queda al descubierto
El cazador y el modus operandi
“Estaba en el baño, de pronto un hombre ocupó el excusado que estaba a un lado de mi sanitario, y sin más se sentó y por debajo metió su mano hacia el baño que yo había ocupado y me agarró la pierna. Yo me asusté, le solté un puñetazo, rápido me limpie y salí para decirle a la señorita que atiende afuera de los baños, pero no hicieron nada”, es el testimonio de “Adrián”, un joven proveniente de la Huasteca Hidalguense, mismo que tuvo que soportar tremenda situación sin que nadie hiciera algo al respecto.
Sin embargo al situación no concluyó ahí. “Al ver que no hacía nada y que el tipo estaba dentro del baño aún, me acerqué a un oficial, quien me dijo que no pasaba nada que iría a checar, que me fuera a sentar, pero la verdad es que no hizo nada, eran como las siete de la tarde no había alcanzado autobús y tenía que esperar ahí hasta las once. Me fui a sentar todavía pasó el tipo me vio sentado, se rió y se pellizcó la bragueta y se fue”.
Con el coraje y la impotencia de no poder hacer nada, “Adrián” tuvo que continuar su espera, con la desesperación de que llegara la hora marcada, de que no tuviera que pasar al baño otra vez, y de que pronto estuviera en su casa, allá en la huasteca hidalguense.
Sin embargo la situación antes descrita en los baños públicos de la Terminal Central de Autobuses de Pasajeros de Pachuca “Carlos Martínez Balmori”, es una constante, ya que es uno de los lugares denominado “punto de encuentro” para los integrantes de la comunidad gay no sólo de Pachuca, sino de otros municipios, hombres que han visto a este lugar como el idóneo para lograr un “ligue” o incluso tener sexo ahí mismo.
El lugar
La Central de Autobuses de Pachuca, tiene tres áreas de baños públicos, dos dentro pegadas cada una a uno de los laterales de la terminal y otra más afuera, cerca de la parada de colectivas. El costo por entrar es de cinco pesos. De acuerdo con testimonios los lugares idóneos para tener un encuentro gay es dentro, en cualquiera de los dos lugares antes referidos, cada sanitario está compuesto por retretes y mingitorios. Al entrar el enorme espejo en el área de lavabos da la bienvenida.
A diferencia de otros lugares estos baños tienen separaciones de metal lo que ha hecho imposible que surjan los denominados “Glory Holes” (hoyos del placer, por donde se puede tener sexo oral de baño a baño), sin embargo ya dentro del lugar la situación puede cambiar de un baño cualquiera a un lugar de peligro no sólo por la cuestión de quienes no puedan controlar su libido sino de quienes acuden a tener relaciones sexuales sin protección alguna.
Mensajes en las paredes y puertas
Los retretes más concurridos son los del fondo, lo que terminan con la pared en las que hay decenas de números telefónicos con frases que invitan a enviar mensajes y tener encuentros sexuales, incluso hay los que ofertan tríos o buscan “penes grandes” a cambio de dinero.
“Busco chavos, menores de 25 para tener sexo, yo con lugar”, “Cógete a mi vieja”, “Tríos, orgias”, “sexo discretos y varoniles”, “dejen de rayar putos”, “viajo seguido a Pachuca sin lugar, deja número”, son algunos de los mensajes que han quedado tatuados en las paredes, sobre todo en las que están en el baño del lado izquierdo viendo la entrada de la central de frente, sanitarios que se quedaron a media remodelación y cuyas puertas llegan a tener marcas de escurrimientos de fluidos, para no asegurar que fue semen.
El cazador
Tiene más de 40 años aunque diga que tiene menos, viste con una gorra, unos tenis, pantalón de mezclilla y camiseta tipo polo, él asegura ser un experto en la cacería de “nueva carne”, jóvenes que acuden al baño, muchas veces sin conocer la situación y que al final de cuentas terminan haciendo algo arriesgado y de carácter sexual. A veces dentro de un cubículo, otras desde los lavabos espera a que algo suceda.
Dice que no va muy seguido, pero al contar algunas de las situaciones que ahí se presentan, además de la forma en que se realiza toda la acción en el lugar, demuestran que si bien no acude con frecuencia, son varios los años en los que ha acudido al lugar, ya que aseguró que “antes” había mayor libertad de hacer algo, cuando aún estaban en funcionamiento los baños antiguos que se encontraban a un costado de los actuales y que ahora supuestamente son utilizados como bodegas.
“No mi amigo, si quieres encontrar algo aquí nada más debes entrar, los chavos que se quedan más tiempo dentro, seguro vienen a buscar algo, si se te quedan viendo a la cara o a tu pene o a tus nalgas ya chingaste, ya se armó algo. O hay veces que sólo debes esperar en los mingitorios y ver quién se comienza a masturbar, si está tranquilo ahí mismo se bajan y te lo maman”, explica en una conversación, en tanto con la mirada vigila la puerta del último cubículo.
Y continúa, “mira ese wey está buscando algo, la puerta se abre y se cierra, nos está viendo”, dice, y sin decir más se me queda viendo y con la cabeza me dice que eche un vistazo, la puerta se ha medio abierto, y el hombre cuidando su perfil muestra parte de su pene y mientras con la otra mano hace señas para que vaya. Es un hombre de alrededor de 50 años, panzón y con bigote tupido, chaparro y depravado, quien al ver la negativa de ambos, decide chorrear semen en el pasillo meterse al baño, salir, lavarse las manos y marcharse no sin antes decir “lástima que no quisieron”.
Horarios y vigilancia
Dentro de los baños se puede tener incluso relaciones sexuales, siempre y cuando se conozcan los códigos de interacción y los horarios de la vigilancia, y en este tema “el cazador”, tiene mucha experiencia, alrededor de las nueve horas con 40 minutos, le propongo que salgamos y me cuente más puesto que me han dado nervios de permanecer más de 20 minutos dentro del lugar.
Sin embargo, con toda calma, explica que alrededor de las 10 horas el intendente cambiará de lugar para hacer el aseo, y dejará los baños del otro lado de la central para entrar en donde estamos, en tanto no hay de qué preocuparse “no entran muy seguido vigilantes, eso es por temporadas, pero esta semana ha estado bien relax, eso sí entre las ocho y nueve hacen una inspección de limpieza , y como a las 11 a veces vienen a vaciar las cajas de dinero”, me dice, en tanto le respondo, “entonces si viene seguido eh”, sonríe y una vez más se vuelve a lavar las manos, para sugerirme enseguida “salte y siéntate allá afuera, y verás cómo sale el intendente y viene para acá”
Tras la sugerencia hecha, alrededor de las 10 horas con siete minutos, el intendente pasa con una cubeta de enseres hacia el otro baño, es momento de entrar al otro lado, ya que se ha quedado sin vigilancia, si es que el intendente cuenta como vigilante, o al menos como el que podría en su momento, pedir la intervención de los elementos de seguridad privada que trabajan en la Central de Autobuses.