Pachuca, ni tan segura como se pensaba
MINUTARIO
Reconocida como una de las cualidades más distinguidas de la capital hidalguense, la seguridad era asunto digno de presumirse, porque con entidades circunvecinas como el estado de México y el Distrito Federal, no pocos se preguntaban cuál había sido la fórmula para evitar que la delincuencia que tiene sus reales en esos lugares, no llegara a Pachuca.
Durante mucho tiempo logró conservarse esa distinción, y en pocas capitales de otros Estados, buscaron a toda costa imitar el proceder de la Novia del Viento, casi siempre sin obtener buenos resultados.
Sin embargo algo ha pasado durante los últimos meses, que ha generado una ola de asaltos a casas habitación, a transeúntes que van al banco o al cajero automático, robo de automóviles o cristalazos en el mejor de los casos, y en términos generales la sensación de que el Pachuca que todos conocimos, empieza a ser cosa del pasado.
No dudo de la buena disposición de la presidenta municipal, Yolanda Tellería Beltrán, para hacer frente a este tipo de situaciones, ni de su alto sentido de responsabilidad para con los ciudadanos, y mucho menos de su capacidad. Pero el hecho es que los índices de inseguridad empiezan a ser preocupantes.
Es cierto, puede asegurarse con justa razón, que lo mismo pasa casi en todo el país, y que la condición que guardó durante mucho tiempo Pachuca como una capital con altos niveles de seguridad, fueron producto de una coyuntura única, casi cercana a la simple suerte.
Puede asegurarse lo anterior para explicar lo que de pronto todos empezamos a observar, y que a lo mejor como consuelo simplón funciona, pero de ninguna manera si queremos entender el fenómeno local en la materia.
Tellería Beltrán puede errar en proyectos urbanísticos o en la forma como pretender reconfigurar el asunto de los parquímetros y la basura, pero bajo ninguna circunstancia equivocarse en la estrategia que debe implementar urgentemente para velar por la seguridad de los pachuqueños. En eso no puede liarse en una pugna política a instancias de su cónyuge, y dejar que las cosas simplemente se deterioren más de lo que ya están.
Sería imperdonable en todo el sentido de la palabra.
Si decide continuar o no su campaña para achacar todos los males habidos y por haber a su antecesor, Eleazar García Sánchez, está en su derecho de practicar ese tipo de política, que al final de cuentas no pasa de pugnas entre políticos.
Pero por esa misma razón, apostar a que la capital hidalguense empiece a mostrar un rostro como el de Ecatepec del Edomex, sería, insisto, algo imperdonable.
En ningún momento puede acatar la consejería que con intenciones maledicentes, le insiste en que la mejor actitud es el “dejar hacer, dejar pasar”.
Mujer inteligente, con una intuición clara de que la buena política se practica bajo el principio de acuerdos, de diálogos, necesita alertar a las autoridades del Estado sobre el clima cada vez más enrarecido en la ciudad capital en materia de seguridad, pedir ayuda y propiciar los acuerdos necesarios.
Está en juego el bien más preciado de una sociedad: su seguridad.
MINUTARIO.- OTROS ABUSIVOS: resulta que la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, le debe a la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (CAASIM), de 120 a 160 millones de pesos por el servicio de agua potable, y resulta también que no están muy dispuestos que digamos a pagar el adeudo. Se habrán dicho que si Club Pachuca hace lo que le viene en gana, pues ellos también. Bien podría entrar al quite el Patronato Universitario, que es algo así como la Unidad Empresarial y de Negocios de la institución, para saldar el agua que deben. Digo, es una posibilidad.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
twitter: @JavierEPeralta
CITA:
Tellería Beltrán puede errar en proyectos urbanísticos o en la forma como pretender reconfigurar el asunto de los parquímetros y la basura, pero bajo ninguna circunstancia equivocarse en la estrategia que debe implementar urgentemente para velar por la seguridad de los pachuqueños. En eso no puede liarse en una pugna política a instancias de su cónyuge, y dejar que las cosas simplemente se deterioren más de lo que ya están.
