DE CUERPO ENTERO
El que no tiene prejuicios, no sabe de clases sociales o de poses, porque lo mismo juega y se divierte con una super-tablet, que sin más ni más come de la misma torta, y de la misma paleta del amigo que recién conoce
El filósofo respondería: “es un ente inmerso en el universo”.
El antropólogo diría: “es el producto de un desarrollo filogenético”.
Y el biólogo afirmaría: “no. Un niño es el producto de la fecundación de dos gametos”.
¿Qué es un niño? Si, tú que me lees, ¿cree que eso es un niño? ¿Qué, acaso no lo es su sonrisa franca, abierta y sin escrúpulos que contagia alegría?
¿No es acaso un proyecto infinito, maleable, y que está encomendado a dos arquitectos que son sus padres?
Porque un niño es:
El que al dormir sonríe, extiende sus brazos y descansa, porque él sí sabe descansar.
El que sabe hacer todo con pasión, desde comer un chocolate al ritmo de dos manos, no importa que convide a su pelo y a sus orejas, hasta el que llora con tal estruendo que se escucha a dos cuadras de su casa;
El que no tiene prejuicios, no sabe de clases sociales o de poses, porque lo mismo juega y se divierte con una super-tablet, que sin más ni más come de la misma torta, y de la misma paleta del amigo que recién conoce.
Un niño es misterio, imaginación inagotable, hoy mismo es Superman, Batman, el Capitán América o la Mujer Maravilla, y con su ternura de niño sufre por la kriptonita verde, el pingüino o el guasón, o sonríe como nunca con los payasos o el Grillito Cantor.
Un niño es el que puede estar con fiebre esta mañana, y ya por la tarde estar brincando, porque es tan completo su organismo que se recupera pronto.
Es también el que vestido de payasito espera en las esquinas limpiar algunos coches, o el que azorado en una cama de hospital no alcanza a comprender por qué está enfermo.
Un niño es lo inesperado, lo inimaginable. Es la grabadora de siempre, y que cuando menos lo esperamos repite lo que no debe repetir:
-Mamá te habla doña Juanita, la que dices que es bien chismosa.
-¡Ah! Estos niños Juanita, no les haga caso, ya ve cómo son los chamacos.
Un niño es: el que no quiere acostarse temprano, el que no se quiere lavar los dientes, el que no quiere hacer la tarea, el que no acaba de aprender comer correctamente, el que toma mucho refresco, al que no le importa jugar con y en la tierra recién bañado y cambiado, el que nos hace llorar cuando dice su primera declamación, o marcha erguido en la escolta, o el que cuando menos lo esperamos nos dice: “te quiero mucho”.
Eso es un niño y no las definiciones rebuscadas y complejas.
Un niño es la razón de nuestra existencia. No hay momentos más tristes que cuando nuestro hijo está enfermo, porque sobre todas las cosas un niño es AMOR, es la mejor definición de lo que es la vida.
Un niño es un pedacito que está en nuestras manos, dócil, a veces caprichosos, pero que espera logremos moldear algo bello y trascendente.
Un niño es un enorme reto para todos los padres, es un proyecto en blanco donde deberemos trazar con enorme maestría líneas y dibujos que concluyan en un proyecto terminado.
Que este día del niño sea un buen pretexto para tomar en nuestras manos el feliz reto de ser padres. Abramos nuestros sentimientos para nuestros hijos, estrechemos sus manos, besemos sus rostros que al fin ellos siempre nos están esperando.
CITA:
Un niño es la razón de nuestra existencia. No hay momentos más tristes que cuando nuestro hijo está enfermo, porque sobre todas las cosas un niño es AMOR, es la mejor definición de lo que es la vida.
Un niño es un pedacito que está en nuestras manos, dócil, a veces caprichosos, pero que espera logremos moldear algo bello y trascendente.
