CINE DE MAÑANA
Uno de los directores más veteranos en participar en la LXII Muestra Internacional de Cine que se llevará a cabo próximamente en el teatro Guillermo Romo del Vivar es Marco Bellocchio, quien ha participado en anteriores muestras con filmes como Salto al vacío y Buenos días noche.
Sangre de mi sangre, su más reciente trabajo se divide en dos grandes episodios.
El primero de ellos está ambientado en el siglo XVII. El joven Federico (Pier Giorgio Bellocchio) es convocado por la inquisición a un convento de Bobbio, para tratar de ayudar a que confiese la bella Benedetta (Lidiya Liberman) causante del suicidio de su gemelo, por lo que no ha podido enterrarse en tierra santa.
La joven es sometida a torturas por la Santa Inquisición, sin que ésta pueda averiguar la verdad.
De pronto el filme cambia totalmente de registro y se ambienta en la actualidad.
En el vetusto edificio que albergaba la inquisición, vive ahora el viejo conde (Roberto Herlitzka), un vampiro que ve como un magnate ruso quiere comprar el recinto, poniendo en peligro la existencia del misterioso aristócrata.
Se trata del filme más complejo y audaz de este realizador nacido en Plasencia en 1939, que examina el poder, la religión y los valores de la sociedad italiana, como lo ha hecho desde su debut con la polémica Con los puños en el bolsillos en 1965.
Sangue del mio sangue resulta pues una buena muestra del talento de un viejo maestro que fue premiado en el Festival de Venecia.
