#ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO
El 18 de abril de 19 de 1982 en la Monumental Plaza de Toros México, el hidrocálido alcanzó la borla de Matador
Estimados Amigos, saludándolos con el aprecio de siempre desde este espacio de Plaza Juárez. Aguascalientes ha sido, y es, cuna de toreros de gran valía, que desgraciadamente para la Fiesta Brava nacional se han perdido en los vericuetos del tortuoso y difícil camino del medio taurino mexicano; siendo este el caso del dilecto amigo Antonio Urrutia Bolaños, quien sin duda estaba llamado a ocupar un lugar de privilegio en la Tauromaquia azteca, pero que por razones desconocidas se quedó en el camino.
Nació Antonio en la Tierra de la Gente Buena, el 17 de Agosto de 1962, en el seno de una familia taurina por los cuatro costados, su padre fue el Matador de Toros Manuel Urrutia, quien tomó la alternativa el 2 de enero de 1966 en Tlaltenango, Zacatecas, de manos de Luis Procuna, con el rejoneador potosino Gastón Santos como testigo, con un encierro de la Vacada de Quiriceo; por el lado materno su abuelo Diego Bolaños fue un destacado aficionado que inculcó a su hijos el amor por la más Bella de las Fiestas, así Jaime y Martín Bolaños fueron destacados lidiadores, Jaime alcanzó el doctorado en tauromaquia la tarde del 20 d diciembre de 1953 en la Monumental Plaza de Toros México, de manos de “El Tigrillo” Juan Silveti Reynoso, con el testimonio del español Pedro Martínez “Pedrés”, lidiando un encierro de Zacatepec; Felipe Rosas “El Tacuba”, primo de su señora madre, también alcanzó la borla de matador de toros, en 12 de marzo de 1961 en qué en la Monumental México Humberto Moro le otorga la alternativa, llevando como testigo al colombiano Pepe Cáceres, con toros de Coaxamalucan. Incluso Doña Soledad Hilda Bolaños, madre del torero también lidiaba reses bravas en ganaderías y festejos familiares.
Con esos antecedentes, Antonio no podía ser más que torero; así debuta como novillero en la Centenaria Plaza de Toros “San Marcos”, de su ciudad natal, el 26 de noviembre de 1979, con novillos de la ganadería “La Punta”, en la Monumental Plaza de Toros México se presentó el 26 de julio de 1981 con novillos de “Huichapan”, resulta el triunfador de la temporada chica, toreando 4 novilladas, tres de ellas con encierros de dehesas debutantes en la Capital del País, siendo estas Huichapan, Manolo Martínez y Celia Barbabosa, a un novillo de ésta última le cortó dos orejas lo que le valió a la criadora dar la vuelta al ruedo con Antonio.
Después de una campaña novilleril en la que toreó 35 novilladas, con sonados triunfos en las principales plazas del país como Guadalajara, Monterrey, Durango, Torreón y Mexicali, toma la alternativa el 18 de abril de 1982 en la Plaza México de manos de Manolo Martínez y como testigo Miguel espinosa, “Armillita”, chico, con toros de la ganadería de Los Martínez, el toro de la ceremonia se llamó “Torpedero”, No. 82 con 455 kilos, saliendo al tercio en cada uno de sus toros.
Después de la alternativa, y no obstante de sus cualidades como lidiador, en las que se conjugan el valor y el arte, no consigue torear con la frecuencia que debiera, sin embargo a base de esfuerzo poco a poco va avanzando y consigue sonados triunfos en plazas de la importancia de Aguascalientes, Guadalajara, Tijuana, Mexicali, León y Ciudad Juárez, sin embargo en la temporada de 1985, las cosas no le ruedan bien en la Plaza México y pasa poco más de un año sin torear.
Para 1988 el panorama se aclara para Urrutia que viaja a Sudamérica, presentándose en Perú y Bolivia logrando importante triunfos, ese año torea 32 tardes llegando a torear 32 corridas ese año. Al año siguiente viaja también a Colombia, inaugurando la plaza de Cúcuta, tarde en la que corta 3 orejas. Los constantes triunfos lo ponen en un sitio privilegiado en cosos del Sur del Continente en donde gozó de gran cartel, ganando infinidad de trofeos en las ferias de Perú y Colombia, principalmente.
En 1999 confirma su alternativa en la Plaza de Toros de las Ventas del Espíritu Santo de Madrid, el día 29 de agosto, llevando como padrino a Ricardo Aguín “El Molinero” y como testigo a Ruiz Manuel, con astados de Juan José González, el toro de la ceremonia se llamó “Estudiante”.
Inexplicablemente las empresas no aquilataron la valía torera de Antonio Urrutia que paulatinamente fue dejando de actuar, dedicándose entonces a la administración de Ganaderías de Bravo y entre 2008 y 2014 fungió como Gerente de la asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, Rejoneadores y Similares. A 35 años de su alternativa quisimos recordar a Antonio Urrutia Bolaños, un torero que merecía haber alcanzado un sitio importante en la Fiesta Brava.
Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.
