“Con unos 20 años menos, le hubiera respondido como se debe al cabrón”, dijo enojado don Rufino Castillo, de 68 años de edad, luego de pasar por un enfrentamiento verbal con el operador de un colectivo de transporte público, cuando viajó al centro de Tulancingo a vender sus palanquetas y le pagó los cuatro pesos de su pasaje, con el descuento correspondiente al presentar su credencial del INAPAM (Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores).
“Ya no le podemos hacer el descuento, ya todo ha subido, para la otra mejor ni se suba”, argumentó el operador; quien al momento de solicitarle un documento oficial que avalara esta decisión, exclamó un “a usted le vale madre, son cosas del patrón, y si gusta, sino…”, dijo al momento de ser interrumpido por otro pasajero.
El tercero involucrado externó molesto, al operador, que él pagaría el resto, pero que dejara en paz al inofensivo viejito. Y así fue.
El señor Castillo no es el único que ha manifestado haber recibido agresiones verbales por parte de operadores del transporte público, al momento de solicitar el descuento para personas de la tercera edad.
Esta problemática social comenzó a surgir a mediados de marzo, cuando el dirigente de la Confederación de Transportistas del Estado de Hidalgo, Apolinar Ávila González, hizo pública la decisión de suspender dicho descuento del 50 por ciento en apoyo a este sector de la sociedad, con la finalidad de hacer frente a los incrementos surgidos a raíz del gasolinazo.
A pesar de que la Secretaría de Movilidad y Transporte anunció inmediatamente posibles sanciones a quien suspenda dicho descuento, diversas rutas del transporte público en Tulancingo han hecho caso omiso.
Otras rutas, sin embargo, han señalado que, hasta que no haya un aviso oficial, seguirán respetando el descuento para los adultos mayores de 60 años.
Pero rutas como la Tulancingo-Acaxochitlán, Indeco, Rojo Gómez, entre otras; son señaladas constantemente por los adultos mayores de que, además de negarles el descuento, emiten regaños y en ocasiones hasta insultos, a pesar de ser un acuerdo a nivel federal.
El señor Castillo aseguró que está dispuesto a pagar su pasaje completo, siempre y cuando, le muestren un documento oficial, “con el sello del gobierno del estado; de lo contrario, los problemas seguirán; porque es algo que nos ganamos con el paso del tiempo”, concluyó.