Permea el discurso trumpista de Reino Unido, primero
El mundo empieza a enfermarse de odio racista
El viernes de la semana pasada, tan solo dos días después del anuncio del Brexit, Ahmed Reker, refugiado kurdo iraní de 17 años, recibió una brutal paliza por parte de ocho desconocidos que le preguntaron por su procedencia mientras esperaba el autobús con dos amigos, que salieron prácticamente ilesos. Según apunta la investigación preliminar, los agresores podrían haber salido de uno de los pubs cercanos y hasta 20 personas más habrían presenciado el ataque sin tomar parte ni ayudar al menor
La misma tarde del día en que Theresa May, primera ministro del Reino Unido, anunciaba la activación del artículo 50 del Tratado de Lisboa para dar el pistoletazo de salida oficial al Brexit, las redes sociales británicas registraban un incremento en el número de mensajes de odio dedicados hacia los extranjeros.
Así lo constató Matthew Williams, director del Social Data Science Lab de la Universidad de Cardiff y encargado del proyecto que se encarga de monitorizar el discurso del odio online en el Reino Unido, para lo que recibió una subvención pública de 300.000 euros a principios de año.
“Es preocupante. Hemos entrado en una nueva fase oscura en lo que se refiere a la relación que mantenemos con cualquiera de las minorías del país”, declaró Williams al diario The Independent. “He visto muchos prejuicios expresados hacia personas no sólo de otras partes de Europa sino también un sentimiento muy antimusulmán y homófobo”.
La Policía Metropolitana, la fuerza policial más importante del país, ya empezó a movilizarse hace un mes en previsión de lo que podría ser un nuevo aumento en los delitos de odio por motivos raciales o de procedencia, algo que lleva registrando desde que se produjo la votación el pasado junio.
“Sabemos que eventos nacionales y globales como la activación del artículo 50 tienen el potencial de disparar pequeños periodos en los que se incrementen los delitos de odio, como ya ocurrió tras el referéndum”, informaron fuentes policiales que también aseguraron haber contactado con embajadas de diferentes países para garantizar la protección de algunos de los colectivos más vulnerables.