Europa al Reino Unido: “No es un día feliz”

“Hay que limitar el impacto del ‘Brexit”

Ayer se activó el ‘Brexit’,  la carta firmada por May, ya está en manos del presidente del Consejo Europeo

Donald Tusk ha sido rotundo: “No hay ninguna razón para pretender que este es un día feliz para los europeos y los británicos”. “Pero hay algo positivo en el Brexit: nos ha hecho a los Veintisiete más determinados y más unidos que antes”, dijo el jefe del Consejo Europeo
Atrás queda la poesía: a partir de ahora es turno de la prosa. Junto a la Union Jack y bajo un retrato de Robert Walpole, el primero en ocupar el cargo de primer ministro, Theresa May firmó la noche del martes noche la carta en la que comunica oficialmente la intención de Reino Unido de abandonar la UE.
El embajador británico, Tim Barrow, la entregó -con muy poca fanfarria para un momento tan solemne- poco antes de las 13.30 horas de ayer al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Esa entrega marca el momento de emborronar los versos con prosaicos ríos de tinta. Arranca así una negociación que se cerrará en el plazo de dos años con la primera ruptura de la Unión desde su nacimiento en 1957.
Se abre un periodo de incertidumbre, con una vía de salida difícil de sellar en una Europa que arrastra aún los pies ante media docena de crisis, y un periodo de fragilidad interna en Reino Unido, con Escocia e Irlanda del Norte a disgusto con el divorcio entre Londres y Bruselas.
“Recuperemos el control”. “Que nos devuelvan el país”. “Brexit significa Brexit”. “Un acuerdo que funcione para todo Reino Unido”. Los eslóganes dirigidos al corazón y a las tripas con los que se ha construido el discurso del Brexit deben traducirse ahora, en el plazo de dos años que abre el artículo 50 del Tratado de Lisboa, en dos acuerdos: uno que fije los términos del divorcio, destejiendo una relación de algo más de 40 años, y otro que establezca el marco de las futuras relaciones entre la quinta economía y el mayor mercado único del mundo.
Nunca antes, en sus 60 años redondos de historia, un país ha abandonado la Unión Europea. Esto es territorio sin cartografiar.
Poco aclara el tenor del artículo 50 -en vigor desde 2009 y que contempla por primera vez la posibilidad de que un Estado miembro decida voluntariamente abandonar la UE- sobre el contenido de la carta.
Sus 260 palabras, como ha reconocido uno de sus autores, el diplomático británico Brian Kerr, fueron redactadas para no utilizarse nunca. Pero las poco más de 2.000 palabras de la carta de May arrancan en un tono moderado, importante para el arranque de la negociación: “El 23 de junio, el pueblo de Reino Unido votó por salir de la UE. Esa decisión no es un rechazo a los valores que compartimos como europeos”.

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