Reforma educativa: del discurso a lo proscrito

HOMO POLITICUS
En la incertidumbre de la Reforma Educativa se encuentra la lucha entre los buenos y los malos, a saber: los buenos las que quieren que se lleve a cabo y los malos los que no quieren que se lleve a cabo

Nada tan controvertido como la Reforma Educativa, nada tan desgarrador como los efectos de su polarización social.
 
El entuerto tiene que ver con la calidad y la calidad traducida a un capital intelectual que pueda generar la reproducción del orden sistémico, esto es claro, pero ¿cierto?
 
Si el peso de la incertidumbre que vive el país es educativo, ¿por qué no se destina un mayor porcentaje del PIB a la misma?, ¿es acaso que el presupuesto no lo es todo?, o bien, ¿la calidad de la educación no se traduce en cuánto aprenden los niños, sino quién enseña, cómo enseña y bajo qué medios técnicos o pedagógicos lo hace?
 
En la incertidumbre de la Reforma Educativa se encuentra la lucha entre los buenos y los malos, a saber: los buenos las que quieren que se lleve a cabo y los malos los que no quieren que se lleve a cabo.
 
En ese temor, existen también los claroscuros, es decir los que quieren que se lleve a cabo pero no a rajatabla, con sus filtros y bemoles y, aquello que quieren que no se lleve a cabo y que las cosas sigan tal y como están.
 
En la esquina vencedora está el establishment, que señala que “la Reforma va”, con pelos y señales y a sangre y fuego, en una especie de todo o nada; cuestión que ha generado un enfrentamiento social.
 
Del otro lado se encuentra un sector del gremio magisterial que se opone a la Reforma, bajo el argumento de “no pasarán”.
 
Como supondrán el conflicto saca fuego y ya existen muertes en la estela de la oposición a esta Reforma, cuestión que ya probó que con el gobierno no se juega y con los maestros tampoco.
 
Una variable indiscutible poco conocida pero identificada es el dividendo político o la politización de la lucha que le otorga el matiz de conflicto de Estado, es decir un problema público el cual es manejado a través de intentos por controlar el poder público y establecer garantías para los grupos que lo controlen, condición sabida empíricamente a vox populi.
 
¿Será cierto que la Reforma Educativa va?

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