En el incidente más grave entre Siria e Israel desde que estalló la guerra civil en el Estado árabe, el Ejército de Damasco disparó la madrugada de ayer misiles tierra-aire SA5 contra cazas de la Fuerza Aérea israelí que estaban atacando objetivos de Hezbolá en el país vecino.
Se trata de una de las escasas ocasiones en que los sistemas antiaéreos del régimen del presidente Bachar el Asad responden a intervenciones del Estado hebreo sobre su territorio desde el inicio del conflicto. Ambos países siguen técnicamente en guerra tras el alto el fuego que puso fin a la guerra de 1973, también conocida como del Yom Kipur, en los Altos del Golán, territorio sirio ocupado por Israel desde 1967.
Israel ha tenido que activar el sistema de defensa antimisiles Arrow contra proyectiles enemigos, según informó el diario Haaretz. Uno de los cohetes lanzados desde Siria fue interceptado y destruido al norte de Jerusalén por los radares y baterías del escudo de fabricación conjunta israelo-estadounidense.
Las sirenas de alarma antiaérea se activaron en los asentamientos de colonos judíos del valle del río Jordán, en territorio palestino de Cisjordania ocupado por Israel desde 1967. Testigos aseguraron haber oído una fuerte explosión poco después.