Caer del helicóptero

TERRAZA

El jueves pasado, se materializó el vaticinio sobre el abandono de David Korenfeld a la dirección de Conagua.

 

            La mayoría de los ciudadanos parece no haberle perdonado al ahora ex-funcionario, que utilizase el helicóptero oficial de dicho organismo como transporte personal. En varias ocasiones, se dijo que Korenfeld lo usaba para trasladarse con su familia al club de golf Bosque Real, donde viven; así como para simplemente evitar el conocido y pesado flujo vehicular de la Ciudad de México.

De poco sirvieron las disculpas y justificaciones de Korenfeld, la comunidad no se conmovió y la vigilancia que se le propició en redes sociales cayó con mucho más fuerza de lo usual a pesar de la temporada de Semana Santa.

Finalmente, aquel joven que comenzó su carrera política cuando era estudiante de derecho en la Universidad Anáhuac, cercano al presidente Enrique Peña Nieto y presumiblemente “intocable” por lo mismo, se vio obligado a tirar la toalla.

A pocos días de que el ahora ex-director renunciara y también “celebrara” su cumpleaños número 42, se desconoce si será colocado en algún otro puesto público o volverá a ejercer la abogacía privada. Esta interrogante me remonta al caso de Humberto Benítez Treviño, quien en 2013 se vio destituido como titular de la PROFECO gracias a declaraciones de su hija, conocida desde ese entonces como Lady PROFECO.

Éste comportamiento tampoco tardó en ser viralizado en Internet y comentado por los medios masivos de comunicación. Parecía que el reclamo de la comunidad había surtido efecto, sin embargo; un año después, Benítez encontró cobijo bajo el ala de Eruviel Ávila, quien lo nombró presidente de El Colegio Mexiquense A.C.

Por si fuera poco el ejemplo anterior, es bien sabido que existen varios servidores públicos que despilfarran el presupuesto que se les otorga, o bien, abusan del poder ¿por qué no se ven obligados a renunciar ellos en todo caso? ¿Hace falta que la sociedad presente quejas constantes para tomar acción?

El caso del ex-director de la Comisión del Agua, es una lección para los servidores públicos que toma dos vertientes, la primera radica en la poderosa fusión entre las redes sociales y los medios de comunicación, en donde observamos un complemento innegable entre ambas; no obstante, queda un segundo pendiente que logra generar incertidumbre en la sociedad ¿será que el destino de los funcionarios públicos que renuncian o que son despedidos simplemente es mudarse de institución? ¿o acaso el castigo será permanente de ahora en adelante?

El tiempo nos responderá las preguntas anteriores, pero también será el factor determinante para seguir observando el poder conjunto de la tecnología y la información. Hace unos 15 años ni siquiera se pensaba en que un simple portal de Internet pudiera representar una plataforma masiva para manifestarse, pero es claro que en la actualidad, las redes sociales se han convertido en un medio con más de 70 millones de camarógrafos atentos día y noche.

¿Cuánto tiempo le durará a los funcionarios el temor por caer del helicóptero del poder como cayó Korenfeld?

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