Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2016 (XII)

Dinámica Educativa

Resumen sobre Género
Creación de Futuros Sostenibles para Todos
(tomado del documento homónimo publicado por la UNESCO)

    “El trabajo decente para todos requiere una perspectiva de aprendizaje a lo largo de toda la vida.
    Las políticas de apoyo pueden promover la igualdad de género en el mercado de trabajo y deben formar parte de un planteamiento integral que haga posible la igualdad de género en y a través de la escolarización formal y proporcione a todos oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida.
La educación formal, no formal e informal a lo largo de la vida puede contribuir a lograr una igualdad de género real, al proporcionar a todas las mujeres, niñas, niños y hombres posibilidades de aprendizaje a la vez oportunas, adecuadas y adaptadas a sus necesidades.
Las oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida y de buena calidad son especialmente importantes para las niñas y las mujeres, así como para quienes han quedado al margen del sistema educativo formal, que constituyen la mayoría global de la población sin escolarizar y/o sin un nivel de alfabetización básico.
La brecha de género en conocimientos fundamentales, tales como el cálculo, es mucho más extensa en las mujeres mayores. En los países de la OCDE, la brecha de género en cálculo es más reducida en el segmento de edades entre 16 y 24 años que en los segmentos de edades mayores, incluso después de proceder a los ajustes en función de los logros académicos.
En Italia, la brecha de género ajustada correspondiente a mujeres entre 46 y 65 años es de 11 puntos porcentuales, mientras que es inexistente entre las mujeres de 16 a 24 años.
Las oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida pueden colmar las diferencias generadas por sistemas de educación formal inadecuados, a través de la adquisición de competencias de escritura, lectura y cálculo.
La formación continua puede proporcionar competencias útiles en el mundo laboral, facilitar el acceso a empleos remunerados, mejorar la situación de las mujeres en sus puestos de trabajo y ajustar los salarios a las condiciones laborales, por ejemplo, haciendo posible que las mujeres consigan obtener calificaciones profesionales fuera del sistema educativo formal.
El aprendizaje a lo largo de toda la vida puede redundar en un beneficio para la autonomía financiera de las mujeres y mejorar su confianza y su autoestima, así como su participación en otras esferas de la vida.
El programa de alfabetización, formación y empleo de Argelia (AFIF) permite a las mujeres obtener calificaciones profesionales en ámbitos como la informática, la costura y la peluquería. Ha formado y empoderado a más de 23.000 mujeres de edades comprendidas entre 18 y 25 años, ayudándoles a integrarse en los puestos de trabajo o a generar sus propios ingresos, con apoyo de la administración.
El proyecto de reforma de la educación y formación técnica y profesional (TVET) en Bangladesh, iniciado en el 2006, capacitó a las mujeres proporcionándoles competencias en trabajos tradicionales y no tradicionales, incluidos los servicios de reparación de motocicletas. En el programa se incluían estrategias para mujeres discapacitadas, para quienes se mejoró el acceso a los centros de formación, lo cual hizo aumentar su confianza en sí mismas, su probabilidad de estar empleada y su situación económica.
Entre las reformas destacaba la estrategia nacional para la promoción de la igualdad de género en la educación y formación técnica y profesional (TVET) en Bangladesh, cuyo objetivo era desmantelar los estereotipos de género y establecer un entorno adecuado y adaptado a la perspectiva de género.
La educación puede ayudar a las niñas y niños a obtener las competencias que necesitan para participar activamente en la sociedad y desempeñar papeles de dirección en la vida pública.
La educación y el aprendizaje a lo largo de toda la vida pueden contribuir al desarrollo de niños, jóvenes y adultos de ambos sexos, con empoderamiento, capacidad crítica, lucidez y competencia que les permitan participar activamente en y dirigir los procesos de transformación social, de comportamientos y del medio ambiente, a nivel individual y colectivo, que promuevan el desarrollo sostenible.
La presencia adecuada y equitativa de mujeres y hombres en las esferas de liderazgo y toma de decisiones relativas a la definición de políticas y procesos a escala mundial, nacional y local contribuye considerablemente a fomentar la igualdad de género en la sociedad.
Resulta esencial en sí misma para conseguir la igualdad de género en términos de igualdad de oportunidades, como se señala explícitamente en la meta 5.5 del Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 sobre igualdad de género y empoderamiento de las mujeres.
También genera una mayor comprensión de las distintas necesidades y situaciones de hombres y mujeres y, por tanto, puede dar lugar más fácilmente a los cambios que requieren dichas necesidades.
Desafortunadamente, es notoria la desigualdad de género en la gobernanza pública, lo que refleja y refuerza las normas existentes sobre participación de la mujer en la vida política y económica. La limitada participación de las mujeres en las estructuras de gobierno en las que se deciden cuestiones políticas esenciales y la distribución de los recursos a menudo tienen efectos negativos sobre las oportunidades de las mujeres en los ámbitos político, económico y social.” (Continuará).
*Rector de la Universidad Tecnológica Bilingüe de Mineral de la Reforma (UTMiR-BIS).

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