“El maltrato animal no es un juego de niños, es el preludio de la violencia social”, subrayó Paola Monterrubio Díaz, representante de la Asociación Hidalguense para la Protección de los Animales (AHPAAC), en conferencia ofrecida a estudiantes de nivel medio superior de la Preparatoria Londres.
Al respecto, refirió que la existencia de animales callejeros, principalmente perros y gatos, se ha convertido en un problema social y de salud, que debe ser abatido a través de acciones integrales, es decir, con el esfuerzo conjunto de sociedad, organizaciones de la sociedad civil y gobierno.
Detalló entre las principales problemáticas derivadas de la existencia de animales en las calles, las heces fecales que contaminan el aire y son respiradas constantemente; así como los ataques hacia peatones.
La representante de AHPAAC, puntualizó que tan solo en Hidalgo, son atacadas alrededor de 12 personas cada hora y “todo es responsabilidad del ser humano” como consecuencia del trato hacia los animales.
“Un perro que vive en una azotea, que está amarrado, que es agredido y es producto de la endogamia, es decir, un mal congénito producto de la cruza entre padres, hijos y hermanos, propiciado por criadores de razas de perros, deriva en problemas de comportamiento”, dijo.
Asimismo apuntó que en un 30 por ciento, los accidentes automovilísticos son a consecuencia de perros y gatos en la vía pública; sin embargo enfatizó, que el mayor problema es la salud emocional de los individuos, pues según la psiquiatría, los dos tipos de psicópatas, activos y pasivos, iniciaron su actividad delictiva con ataques y agresiones hacia los animales.
Monterrubio Díaz, precisó que con base en un estudio realizado en el reclusorio norte de la Ciudad de México, a sugerencia del alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, en su visita a la Ciudad de México, el 89 por ciento de los internos, en su infancia atentaron contra un animal y eso derivó en su posterior delinquir.