Lo acusan de proteger a unas ratas del asfalto, la víctima lo señaló y se lo van a empinar. Así como este hay muchos, solo así sacan lo de la cuenta, pero vamos a ver qué es lo que pasó porque luego salen que a Chuchita la bolsearon.
Por proteger a dos asaltantes, a un taxista le van a dar en toda la madre, fue asegurado por los gendarmes y señalado como cómplice de un asalto en la colonia San Cayetano, en Pachuca. La víctima declaró que dos sujetos la despojaron de sus pertenecías, aparte la manosearon y escaparon en un taxi Metropolitano, en la que según ella el chofer los estaba esperando.
La mujer, que había guardado el celular en sus calzones, lo sacó y rápidamente marcó el número de emergencia 911, estaba muy espantada, al mismo tiempo se la llevaba la grosería por lo que le pasó. La mujer informó a la policía municipal de Pachuca que abordó un taxi para perseguir a los que la saltaron, que iban con dirección a San Javier.
Los uniformados iniciaron la búsqueda de un taxi Tsuru, color verde y blanco, con placas de circulación 85-59 FUE. Los reportes de los oficiales señalaron que a la altura de la avenida a Cuesco, en el Boulevard Felipe Ángeles, los patrulleros encontraron el taxi pero iba el chofer solo, no llevaba a los delincuentes. Le ordenaron que se detuviera pero ni los peló, los gendarmes le cerraron el paso cruzando una patrulla delante de él, y le dijeron que no se la iba acabar, el conductor se bajó y les preguntó qué Pez, les dijo que se llama Eduardo, de 41 años. De volada bajaron a la mujer de nombre Rosalba y lo señaló, les dijo que era el individuo que trasladó a los que la asaltaron y los llevó a San Javier, y además estaba esperando el momento del atraco.
Les dijo la afectada que cuando el par de sujetos la robaron y abordaron el taxi, ella pidió al conductor que se parara para bajarse, pero le dijo que se callara el hocico y le metió el acelerador, por lo tanto este es el cómplice.
Los patrulleros le leyeron sus derechos y se lo llevaron a la policía m municipal donde quedó en investigación y luego lo encerraron por cómplice. Y el taxi se lo llevaron al corralón.
SE ACHICALAN A UNA PAREJA DE TRAFICANTES
Esmeralda Herrera e Ignacio Martínez, de 36 años de edad, ya se los cargó el Payaso, porque los agarró la Policía Federal en el momento cuando traficaban la droga Cristal, y la llevaban a domicilio. Eso lo hicieron con el fin de que la policía no se las olieran, pero salió peor porque un vecino vigilante los denunció.
Los federales andaban como locos buscando a una mujer que alojaba centroamericanos ilegales en su casa, y dieron con ella en plena faena, era narcomenudista, junto con su viejo iban cargados de droga. El reporte que les dieron a la policía era que una mujer, mejor conocida en el bajo mundo como “La Charo”, desde hace un año se dedicaba a recibir indocumentados en su domicilio calle Huehueteotl, colonia La Malinche, en Tula de Allende Hidalgo.
Los agentes federales, el viernes pasado, realizaron vigilancia discreta en la referida Calle y como a las 5 de la tarde vieron que una mujer de 35 años descendió de la camioneta marca Ford Expedition, color vino, con placas del Estado de Hidalgo, se bajó unos instantes y el conductor se quedó adentro, más tarde emprendieron el camino con dirección a Tula, y al llegar a la esquina de las calle de Melchor Ocampo y Xicoténcatl, un hombre como de 25 años se les acercó les dio un billete y ellos le dieron un envoltorio por lo que el comprador al ver a los federales, vieja el último, se echó a correr.
Los federales intervinieron a los ocupantes de la camioneta y se identificó con una licencia para conducir a nombre de Ignacio Martínez Fernández, con domicilio en avenida del trabajo, número 166, la Loma Tepetitlán, llevaba una mochila pequeña de color negro y en su interior ocultaba una bolsa de plástico forrada con cinta canela, con una sustancia sólida cristalina, que era droga llamada cristal, llevaban una báscula, una bolsa de plástico que en el interior tenía bolsas pequeñas.
La mujer se identificó con la credencial del IFE como Esmeralda Herrera, tenía un billete de 200 pesos y una cartera con un recipiente de plástico, con bolsitas transparentes, revelaron que tenían tres meses de vender droga; la pareja fue detenida y puesta ante el Ministerio Público de la federación, donde les dieron para dentro.
LOS LADRONES SE AVIENTAN UN RAPIDIN
Dicen los altos mandos que Pachuca es una ciudad de las más seguras; no mamen. En minutos dos cacomixtles se apoderaron de miles de pesos en el banco Banorte, que se encuentra en la TuzoPlaza, sobre el bulevar Everardo Márquez. Los ladrones escaparon en medio de un fuerte despliegue policial para su localización, le echan la culpa a los ejecutivos del banco porque llamaron tarde, a las 10 de la mañana; los asaltantes se dirigieron a una de las cajas y le enseñaron la pistola a la cajera.
Con el miedo de que le dieran un plomazo les entregó varios fajos de billetes de distintas denominaciones, los dos ladrones, que según dijeron tener 25 y 33 años de edad, al tener la lana en su poder salieron caminando sin tener prisa, la cajera se dirigió al gerente para informarle del asalto, para entonces eran las 10 y media de la mañana, se activó la alarma del banco e informaron a la policía que habían asaltado el banco, y los ladrones ya se habían ido.
Misteriosamente el 911 recibió una llamada que iban a poner una bomba en la Universidad Politécnica de Pachuca, los alumnos fueron desalojados con rapidez pero era puro cuento, entre las fuentes policiacas dijeron que fue con la finalidad de que los ladrones robaran tranquilos; como ocurre en estos delitos sobre todo el asaltos bancarios, la gerencia de la institución niega toda la información, porque son órdenes de las aseguradoras. Todo quedó en silencio y quedamos como el Monje Loco, nadie sabe, nadie supo, porque ni el nombre de la cajera quisieron dar. Dijeron que quedó muy nerviosa al verles las pistolas a los asaltantes.
UN HOMBRE ASESINADO SALVAJEMENTE
Al comerciante le dieron de balazos y después de machetazos. Eso fue en la mañana de ayer, según dicen los agentes investigadores que fue venganza, el crimen hizo una movilización de corporaciones policiacas, pero también se les escaparon los asesinos; les llegó tarde la llamada.
Ramiro Fabián Solís, de 38 años de edad, vecino de Paraíso Tierra Fuerte, comunidad del municipio de San Bartolo Tutotepec, así se llamaba al que se echaron al plato, uno de los vecinos caminaba a temprana hora por la localidad del Pozo del Mono, en Huehuetla, descubrió el cadáver, que al verlo se le pararon los pelos y por poco da el mulazo, se corrió la voz como reguero de pólvora y varias personas pidieron la presencia de los gendarmes. Los uniformados de San Bartolo llegaron rápido porque están muy cerca de donde le dieron matarile.
Después se presentaron los gendarmes de la Estatal de Tenango de Doria, con el fin de implementar un operativo y buscar a los asesinos. El personal del Ministerio Público realizó las diligencias de ley, y dijeron que el cadáver tenía impactos de bala y lesiones con arma blanca, pero no saben quién lo mató, solo dijeron que ha de haber sido una venganza por cómo le dieron en la madre.
Algunos conocidos del muerto dijeron que todavía el domingo lo vieron en la plaza de Huejutla como el muchacho alegre, por eso se sorprendieron en la forma en que lo mataron un día después, pero los agentes investigadores se encargarán de preguntar en todas partes quién o quiénes lo despacharon al otro mundo. Dijeron que con las declaraciones de sus familiares será como saquen la punta de la madeja.
ASESINAN A UN FULANO DE DOS BALAZOS
Otro muertito en Tizayuca, Hidalgo; de dos balazos mataron a un sujeto de unos 30 años de edad, además presentaba que antes de morir, le dieron de madrazos en todo el cuerpo, de acuerdo con la información de la Prensa, unos vecinos que se dirigían a su trabajo vieron el cuerpo que estaba sobre el camino vecinal que conduce a la comunidad de La Posta, en el barrio de Tepojaco.
Espantados llamaron a los Popochas municipales y estatales para que estén seguros porque luego los vacilan, al ver que era verdad pidieron la presencia del Ministerio Público, quien llegó acompañado de sus peritos de criminalística y los agentes de investigación. Al dar el banderazo se percataron que el hombre presentaba a simple vista dos balazos, uno en la cholla y el otro en el pecho, hasta el momento no saben quien es.
La víctima llevaba una sudadera de color negro, pantalón de mezclilla, zapatos negros y un morral color rojo; los hechos quedaron asentados en la averiguación y están siendo investigados por los agentes.
ROBARON A LOS EMPLEADOS
Una pesadilla en la puerta del infierno sufrieron dos empleados repartidores de productos y cosméticos en Palo Gordo, del poblado de Metepec. Dicen que les vieron las patas al diablo, porque uno de los bandidos cortó cartucho, se la puso en la cabeza, pero se embaló y no tronó. Alrededor de 25 mil chuchos les quitaron en efectivo y se perdieron entre la maleza, como estaban asustados porque les vieron la pistola, no supieron por dónde se fueron. Pero iban en una camioneta negra.
Juan Nabor Ramírez, acompañado de su colega José Antonio Hernández, ambos de 25 años de edad, declararon por separado pero los dos dijeron lo mismo. Que fueron comisionados para cubrir la ruta 18 en una camioneta Nissan, placas de circulación HS-90615 de Hidalgo, para que recorrieran las comunidades de Tulancingo y Metepec, como a las dos de la tarde cuando transitaban por un camino vecinal de San Felipe, Palo Gordo, fueron interceptados por una camioneta Urvan, que les cerró el paso.
Descendieron dos tipos de cuidado, uno con pistola en mano y se dieron cuenta que eran delincuentes, porque les dijeron que era un asalto, abordaron la unidad de los repartidores y comenzaron a circular hacia un despoblado, pero les dieron sus madrazos. Les quitaron el celular, en el camino encontraron a dos vehículos, les dijeron que se siguieran de filo, que no les hicieran señas porque se los quebraban, en un sitio los bajaron y los amarraron; los ladrones con la feria en las manos, que eran 25 mil pesos, huyeron.
Los repartidores, al ver que estaban solos, se desataron y comenzaron a caminar, poco después encontraron su camioneta, que tenía las llaves pegadas, se subieron y llegaron al centro de Santa Ana Hueytlalpan de la comunidad de Tulancingo, y se dirigieron ante el Ministerio Público, que mandó a sus Agentes de la corporación de Investigación para que formaran un operativo “Cero”, anduvieron dando vueltas como jicotes y encontraron cero detenidos. Declararon los acusados que aparte de volarse el dinero, se llevaron cinco cajas que contenían productos de belleza; piden que se investigue y encuentren a los rateros.