Un matrimonio que desde hace un tiempo ya se traían, estaban sentados en un barril de pólvora, hasta que llegó el momento que prendieron la mecha y explotó. Se aventaron una madriza marido y mujer, que se dieron hasta por debajo de la lengua, al que lo agarró fue el diablo encuerado en un callejón sin salida, porque le fue de la patada, ya que la mujer estaba como cavernaria y le puso una madriza, lo corrió de su casa, aventándole sus tilichis a la calle.
Todo sucedió tal como se los voy a contar, el señor era un chupador profesional, estándar, porque chupaba de todo, llegó con unas copas entre pecho y espalda, y como no había dejado lo del gasto, la señora lo comenzó a zurrar señalándolo y gritandole que era un viejo borracho, irresponsable, que era mejor que tocara retirada, porque en esa casa ya lo habían dado de baja.
El señor se hizo el sordito y se fue derechito a la cocina a ver qué encontraba para comer, porque con el alcohol le había abierto el apetito. La señora lo alcanzó, lo agarró de las greñas, mentándole la madre, estaba que echaba chispas, al tirarlo al suelo le llovieron las patadas y con el puño cerrado le dio varios golpes en el hocico, sin dejar de decirle hasta el huevo quien lo puso.
El señor con trabajo, todo sangrado, se levantó y se puso como el hombre verde, y la señora valió madre porque la cruzó con un gancho a la quijada, que la tambaleó y cayó al suelo, parando las patas, ya no la dejó parar, con el palo con que atrancan la puerta, ahí lo acabó de desmadrar.
Los gritos que se escuchaban a varios kilómetros a la redonda, fueron escuchados por los vecinos, que temerosos se acercaron a ver que Pez, y vieron a la señora que estaba toda desmadrada, como agua para pelar pollos, y no le paraba la boca al decirle maldiciones, mentadas y reproches con amenazas, de que lo iba a pagar caro.
La bronca estaba de pelos, porque se aventaron otro callo, en el interior de la casa en la calle de Río Yanky del fraccionamiento Paseos de Chavarría, del municipio de Mineral de la Reforma.
Uno de los vecinos habló al numero nuevo 911 y a los pocos minutos llegaron los uniformados, y al pobre hombre lo salvó la campana. Entre varios uniformados agarraron a la señora de los brazos, porque no dejaba de aventar golpes a diestra y siniestra, y uno que otro campanazo.
Entre la confusión se les escapó el señor, que salió a toda velocidad, que ni el polvo le vieron. La señora Rosaura, de 38 años de edad, que temblaba como si quisiera hacer del chis, le dijo al comandante que acababa de tener una pelea con su viejo borracho que se llama Gilberto, que en un descuido le dio un faul y salió hecho la grosería, se fue en un coche de sitio.
Los policías vieron que la mujer no salió limpia de la contienda, la encontraron toda hinchada de la cara con un ojo cerrado, y toda sangrada con lesiones en todo el cuerpo, pero ella tenía los cabellos de su viejo en la mano. Les dijo que ya estaba hasta el gorro, que era un agresivo y siempre que llegaba la agarraba por la retaguardia, pero esta vez se la peló porque la señora se le adelantó para callarle el hocico, que parecía merolico.
Comentó que su viejo llegó a su casa y sin darle tiempo de montar a su caballo, se le fue encima y comenzó a insultarla y tiraba de madrazos a lo loco, que de un campanazo la mandó al suelo, pero entró al quite su hijo de 17 años, que le echó la mano mientras se paraba y trató de calmar a su padre, que estaba loco.
La señora aprovechó para darle una patada en los bajos, que hasta se revolcaba, pero no dejaba de tirar golpes; dijo que ella lo que hizo fue tratar de defenderse, porque su viejo esta bien mamado, parece gorila, y que ya la tenía hasta la madre. Los socorrista de la Cruz Roja le echaron un ojito para ayudarla porque a pesar de que ella había ganado la lucha, estaba toda desmadrada.
Los de Protección Civil le dijeron que le iban a sobar las asentaderas, porque las tenía hinchadas, les dijo que no, que ella es de nalga gorda. Los uniformados pidieron ayuda a sus colegas, que llegaron y se dedicaron a buscar al taxi metropolitano color verde, que era un Tsuru con placas 2223 FUE. Los de la gendarmería recorrieron toda la colonia y parte de la carretera que llega a Pachuca, y localizaron el taxi, lo pararon y adentro estaba el golpeador, que se identificó como Gilberto, pero por lo borracho y lo madreado no se le entendía lo que decía, fueron a sacar a otro borracho de la cantina para que les tradujera lo que decía. Pero cuando le preguntaron qué había pasado no habló ni una sola palabra, parecía que le había comido la lengua el Ratón; lo llevaron a que lo curaran al Hospital General y luego lo llevaron al Ministerio Público, donde al poco rato llegó la señora y puso la denuncia penal, llevando como testigos a su hijo el mayor y a una señora que le gusta el chisme y vio todo lo que pasó.
LO AGARRARON A MADRAZOS
Esta bronca fue en la calle de Patoni y Morelos, al que le tocó bailar con la más fea fue a Armando Cabrera Méndez, de 20 años de edad, le dieron una madriza que parece que lo atropelló el carro de la ruta Centro- Providencia, esto pasó a las 6 de la tarde del sábado.
Dijo uno de los curiosos a la policía, que vio cuando los franeleros y merolicos que están en el Jardín Constitución le echaron bola, pero el desmadrado no sabe el porque. Al llegar los paramédicos lo metieron a la ambulancia, lo atendieron y les dijo Armando que iba caminando muy tranquilo cuando lo atacaron tres monos.
Uno de ellos le dio un descontón que hasta las patas paró, se le fueron encima, ya no sentía lo duro si no lo tupido. Lo golpearon a pesar de que llevaba unas gafas, con peligro de dejarlo como la gallinita ciega. Los que lo madrearon estaban borrachos y a lo mejor lo confundieron, porque le llegaron al descontón. Lo llevaron a la Clínica del ISSSTE, donde lo acabaron de madrear y por un pelito se va al panteón, gracias a que su familia lo sacó de ahí y se lo llevó al Hospital General.
Cuando estuvo listo para declarar fue a poner su demanda al Ministerio Público, pero no supo decir a quien acusaba porque no conoció a ninguno, solo dijo que pudieron ser los borrachos o teporochos que siempre están en ese lugar. El joven presenta fractura de quijada, según dijeron los médicos que fue golpeado con un Box, que es un fierro que se mete entre los dedos de la mano para pegar con mucho punch, pero como no conoció a ninguno, no hay delito que perseguir.
AMENAZAN A LA HIJA Y A SU JEFA
A la señora Martha Elisa Romero y su madre, pero no de ustedes si no de la señora Martha, las tienen amenazadas sus propios familiares, que ya no hayan la puerta, sin saber que hacer, ha ido a ver a San Juditas Tadeo, que es el santo que arregla las broncas difíciles, y como que no quiere echarles la mano.
Dijo la hija que ha llegado al punto de cerrar su casa como la puerta negra, y no abrir para nada a nadie, porque sus familiares están listos para matarlas de miedo, y quedarse con una propiedad que es de ella, ellos dicen que son muy amigos del Gobernador y del Procurador, y no se diga del Presidente de la Comisión de los Derechos Humanos, y los próximos candidatos a diputados del PRI.
Las damas están temblando como gelatinas, porque saben que con artimañas y tráfico de influencias su cuñado Raúl, junto con la traidora de su hermana Georgina, así como las arañas de sus sobrinas Alicia Isai y Martha, que hasta quieren cambiarle el nombre, como trabajaba en el gobierno Estatal, les dicen que ya están fritas y es mejor que por la buena abandonen una vivienda que tienen en el barrio de Cubitos, donde hasta ahorita viven las quejosas.
La tía Martha dijo que sus sobrinas son malas agradecidas, porque siempre las cuidó desde chiquitas y les limpiaban la cola, y ahora se la quieren fregar.
La señora acompañada de su jefa, que tiene 80 años y más, se presentó a las autoridades para acusar a sus parientes pobres de lo que le quieren hacer, pero parece que no hizo la demanda para ellas, a pesar de que Peña Nieto y Murillo Karam han dicho a los cuatro vientos que la justicia es pareja para todos, pero aquí no les han comunicado porque su cuñado y yerno de la señora, que es muy ambicioso, les vuelvo a repetir el nombre, Raúl, junto con sus hijas Alicia y Martha, que están como cuchillito de palo que se vayan y que abandonen la casa, y las señoras se encuentran perdidas porque el hombre y sus hijas, o sean las sobrinas y nietas de las víctimas, están en la olla.
Ellas trabajan en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo, allá donde las arañas hacen su nido, y han hecho valer sus influencias, disponiendo los favores de los agentes, donde han llegado a enseñarles sus pistolas, y a esa edad se han espantado de verlas. Ellas tienen dos averiguaciones en su contra, con el propósito de quitarles su propiedad que se encuentra en el Viaducto Rojo Gómez de la colonia Cubitos.
Dicen las mujeres muy espantadas que qué van hacer, porque ya les leyeron los jueces y por supuesto están en su contra, y ya les levantaron, las nietas, otra dos para darles la puntilla y sacarlas a madrazos de sus pertenecías, porque están llenas de intrigas, de mentiras, y todavía las acusan de paracaidistas desde hace años, muchos años, cuando se fundó la colonia.
Las señoras están muy tristes, solo las puede salvar la campana, están a punto de caer en la lona, sólo piden un milagro, que el Gobernador y el Procurador les echen la mano, pero nunca las encuentran en sus dependencias, sólo miran al cielo y no dejan de rezar, pidiéndole al todo poderoso que les haga ver, y se les graven estas palabras mencionadas por el Presidente Peña Nieto: “Nadie por encima o al margen de la Ley y sobre todo, que demuestre que efectivamente ningún funcionario es intocable”.
Piden ayuda al Congreso de la Unión, porque a veces se animan, pero a veces no comen por el temor de que les caigan sus nietas, el yerno y la hija ingrata, y no hagan caso de las palabras.