Inevitable recuerdo de relaciones de Hitler con Stalin
El diario ‘The New York Times’ asegura que varios miembros de la campaña del presidente tuvieron contactos con altos funcionarios de espionaje del Kremlin
Los vínculos entre miembros del equipo de Trump y el Kremlin coinciden con que el propio Trump ha mostrado simpatías con el mandatario ruso. Esta proximidad choca con la conclusión de la Inteligencia de EU sobre la injerencia de Moscú en elecciones. También supone una sacudida en las posiciones de la base más tradicional del Partido Republicano, siempre recelosa de Rusia, siempre con el fantasma de la Guerra Fría
Las relaciones entre el equipo de Trump y el Kremlin levantan ampollas y sospechas. Miembros de la campaña electoral de Donald Trump y otros asesores mantuvieron repetidos contactos con agentes de inteligencia rusos durante el año anterior a las elecciones presidenciales, según avanzó el martes The New York Times citando cuatro fuentes anónimas de la Administración.
La noticia coincide con el escándalo de los contactos opacos de Michael Flynn, ahora ex consejero de Seguridad Nacional de Trump, con un diplomático ruso, episodio que le ha costado el puesto.
Según Times, las fuerzas de seguridad e inteligencia de EU interceptaron las comunicaciones en el marco de la investigación sobre el ciberespionaje durante las elecciones americanas, tras la cual concluyeron que el Kremlin había estado maniobrando para denigrar a la candidata demócrata, Hillary Clinton, y favorecer la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Los investigadores estadounidenses querían averiguar si desde la propia campaña del empresario neoyorquino se había estado colaborando en esta trama de ciberataques, que Rusia negó en todo momento, y fue entonces que afloraron esos contactos, con al menos cuatro personas. Pero las fuentes del Times no han visto pruebas de colaboración, como la mencionada, para influir en los comicios. Las conversaciones, además, son diferentes de las de Flynn.
Uno de los asistentes de Trump que habría participado en esas conversaciones fue el jefe de campaña, Paul Manafort, que precisamente durante el verano acabó dimitiendo porque había asesorado al presidente prorruso de Ucrania, Víktor Yanukóvich. Manafort negó las citadas conversaciones publicadas por el Times el martes. Por parte de Moscú, además de agentes de espionajes, en los contactos también estaban miembros del Gobierno.
Tanto la dimisión de Flynn como la intercepción de estas llamadas arrancan del caso de ciberespionaje que marcó la recta final de la campaña electoral americana y de la presidencia de Barack Obama. Los servicios de inteligencia acusaron formalmente a Vladímir Putin de estar detrás de una trama para interferir en los comicios.