Los cinco pasos para aprender a meditar

Mente sana, cuerpo sano.

A pesar de los vaivenes científicos que giran en torno al mundo del ‘fitness’, la salud y la alimentación, si de algo están seguros los investigadores es de la relación que existe entre nuestro estado físico y nuestras emociones. Igual que el ejercicio se ha presentado como una potente arma contra el estrés, la meditación ha demostrado su poder para potenciar el intelecto y fortalecer el sistema inmune.
Vivimos nuestras vidas y experimentamos nuestra existencia a través de nuestras mentes, y mediante su higiene, el motor con el que vivimos la vida funciona mejor. La meditación aporta claridad a la mente y a cualquier actividad. Y es que esta práctica, también conocida como ‘mindfulness’, ayuda a reducir el estrés, elimina el insomnio, protege el cerebro, mejora la concentración y desarrolla la inteligencia emocional.
¿Cuál es el mejor momento para empezar? Al comenzar y al acabar el día.

Las cinco claves para empezar a meditar
1.-Cierra los ojos, deja que tu respiración siga su ritmo natural y mantén una ligera consciencia de que estás respirando. Deja que los pensamientos corran libremente sin prestarles atención, como si fuese la música de fondo del supermercado, que está ahí pero que no le prestas ninguna atención, simplemente mantén una ligera consciencia de tu respiración, y deja que siga su ritmo natural, quédate así uno o dos minutos y levántate despacio, continúa con lo que estuvieras haciendo.
2.-Al sentarse, es necesario poner la atención en la respiración y permitir que los músculos se relajen dejándolos caer con la mente; esto favorece la relajación y concentración en la respiración durante uno o dos minutos. Después, se puede retomar lo que se estaba haciendo previamente.
3.-Al caminar, pon tu atención en la respiración y ponle un ritmo (inspiración, espiración) con el caminar. Por ejemplo, añade, dos pasos inhalas, tres pasos exhalas. Lo principal es poner ambos en armonía, por lo que siempre será mejor si se practica durante un paseo agradable o en la naturaleza.
4.-La vista es uno de los sentidos que hay que aprender a educar cuando se trata de meditación. Fija tu mirada en un objeto bello, como una flor o una puesta de sol y contempla la belleza. Deja que tu mirada vaya de un color a otro, deja que tu mente fluya de forma continua sobre el objeto al observarlo, durante uno o dos minutos también.
5.-Siéntate en una postura relajada y recorre tu cuerpo percibiendo las sensaciones que recibes desde las plantas de los pies hasta llegar a la cabeza y vuelve de nuevo hacia abajo. Durante esos dos o tres minutos, la persona debe dejarse llevar por las sensaciones corporales y la calma.

Related posts