El baile de Rivera sí estará en Bellas Artes

Crimen y Castigo

“Baile de Tehuantepec”, la pintura de Diego Rivera que marcó el año pasado récord de ventas para el artista mexicano al ser adquirida por más de 15.7 millones de dólares, sí podrá ser vista por el público en la exposición “Pinta la Revolución. Arte moderno mexicano (1910-1950)”, que el próximo viernes abre en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
Por razones de agenda, en todo caso, el cuadro no estará para la inauguración ni durante las primeras semanas de la muestra. La obra de 1928, que mide dos metros por 1:77 centímetros y que fue adquirida por el empresario argentino Eduardo Constantini, se encuentra por estos días en España donde será una de las obras centrales de la exposición que presentará la Real Academia de Bellas Artes. Tras exhibirse en la capital española, a comienzos de abril viajará a México para integrarse en el Palacio de Bellas Artes en México a la exposición “Pinta la Revolución” y ser visto en México después de que salió del país a comienzos de los 30.
¡Sálvese quién pueda en la Secretaría de Cultura!
La reestructuración en la que actualmente se encuentra la Secretaría de Cultura federal ha puesto bajo la lupa a ciertos programas culturales, como el de “México Cultura para la Armonía”, que tiene a su cargo la Dirección General de Culturas Populares Indígenas y Urbanas (nuevo nombre de la instancia desde que Conaculta se convirtió en Secretaría). Nos cuentan que desde hace varias semanas, la nueva dependencia federal analiza el costo y los beneficios que se han obtenido con ese programa que fue lanzado con el objetivo de ofrecer alternativas de creación artística a niños y jóvenes en situación de riesgo. Algunos, dicen, se preguntan si los millones de pesos que se han invertido han valido la pena, si se gastaron en lo que se debía y dónde están los resultados. Por ahora aseguran que tanto el programa como los funcionarios que tenían a su cargo dicho programa podrían ser sometidos a auditoria, y en tiempos de reestructuración y ratificación en la dependencia, hay a quienes todo esto los tiene muy nerviosos.
¿Y los boletines del Consejo Redactor?
Hace casi un mes que los integrantes de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados mandaron su boletín con la advertencia de que todas las reuniones de trabajo del Consejo Redactor de la ley de Cultura serían a puerta cerrada y que toda la información la darían a conocer a través de un comunicado, porque, dijeron, iban a considerar falsa toda información que no proviniera desde sus oficinas. Pues ya se acabaron los encuentros con los especialistas convocados y nada se sabe. ¿No han querido o no han podido informar? Por cierto, el micrositio en el que según dan cuenta de sus actividades está abandonado, su última actualización data de enero de 2016. Ojalá que les haya quedado mejor que su idea de transparencia y servicio público.

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