Luego de que en Hidalgo, y por ley, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) implementara, dentro de las reglas de operación de sus programas, la necesidad de que el solicitante estuviera inscrito en el Padrón Único de Productores, la medida se ha echado para atrás en el caso de los solicitantes, sin embargo la medida causó incertidumbre y desconfianza con el sector campesino.
De acuerdo con la dirigente nacional de la Agrupación de Movimientos Indígenas, Urbanos y Campesinos (AMIUC), Susana Reséndiz Díaz, el hecho de que a los campesinos se les pidiera el registro que incluye: una plataforma que identificará a los productores por medio de fotografía, retina, voz, huella digital y firma, generó un clima de desconfianza e incertidumbre.
Lo anterior, debido a que estaban en el entendido de que dicho registro sirve para que no haya duplicidad y para que más gente pueda ser apoyada en lugar de que se apoye a los mismos de siempre, “pero lo que nunca entendimos, fue el para qué meter a un registro a compañeros que no han sido beneficiados aún”, dijo.
De igual forma apuntó que dicho requerimiento fue mal enfocado, ya que se estaba ingresando al sistema a gente que aún no recibía apoyo, por lo que señaló que fue uno de los reclamos que la AMIUC hizo, y que ya se atendió ya que fue eliminado dicho requisito, previo a la entrega o recibimiento de un apoyo, ya que concordó en que el registro es una buena medida para saber a quienes se han apoyado y quienes faltan por ser apoyados.
“Qué bueno que se logró que ya no se siguiera pidiendo, lo correcto es que si el productor logró su proyecto o ya va a salir entonces haga su trámite en el Centro de Apoyo al Desarrollo Rural (Cader), no antes, por qué el registro e para quienes ya fueron apoyados, no para los que realizaron su trámite únicamente”, concluyó Reséndiz Díaz.