Dinámica Educativa Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2016 (VII)

Resumen sobre Género

Creación de Futuros Sostenibles para Todos

(tomado del documento homónimo publicado por la UNESCO)

 

    “Con las tasas conocidas hasta ahora, los países de ingresos bajos no alcanzarán los objetivos de terminación universal de la enseñanza primaria y secundaria antes del final de siglo. Alrededor de la mitad de las y los jóvenes de 15 a 19 años habrán finalizado en el 2030 el primer ciclo de la enseñanza secundaria en los países de ingresos bajos, y las cifras correspondientes a la enseñanza secundaria serán de sólo el 33 % en el caso de los jóvenes y el 25 % en el caso de sus homólogas femeninas.

Lograr la terminación universal de la enseñanza secundaria requiere romper drásticamente con las tendencias que hemos conocido hasta ahora. Se prevé que la disparidad de género se ampliará en la enseñanza secundaria. En la primaria, 127 países (81 %) habrán alcanzado la paridad en el 2030. Sin embargo se estima que, en el primer ciclo de la enseñanza secundaria, el 66 % de los países de los que se dispone de datos habrán logrado la paridad de género, mientras que en el segundo ciclo de secundaria se prevé que lo hagan solo el 30 %.

La disparidad de género prevalece más en la enseñanza terciaria que en los niveles previos.

En el 2014, en todo el mundo había más mujeres inscritas en la educación superior que hombres. El índice medio de paridad de género era de 1,11, mientras que en el año 2000 hombres y mujeres estaban a la par. La paridad de género favorable a las mujeres es más frecuente que en la enseñanza secundaria, pero sigue patrones similares. En los países de ingresos medianos altos y de ingresos altos hay más mujeres matriculadas, mientras que en los países de ingresos bajos el número de hombres es mayor.

En Europa y América del Norte, en América Latina y el Caribe y en el Pacífico hay más mujeres matriculadas, mientras que en Asia Meridional y en África Subsahariana hay muchas menos mujeres que cursan enseñanza terciaria. En algunos países, entre los que se encuentran Afganistán, Benín, la República Centroafricana, Chad y Níger, hay menos de 40 mujeres matriculadas por cada 100 hombres.

En la mayoría de los países, la disparidad hacia los hombres empeora entre el ingreso y la finalización de la enseñanza terciaria. Por ejemplo, en el 2014 en Costa Rica, 80 hombres se matricularon, pero sólo 55 finalizaron sus estudios, por cada 100 mujeres que lo hicieron. En los países del Caribe, incluida Aruba, y en África del Norte y Asia Occidental, incluido Kuwait, se diploman tres veces más mujeres que hombres en la enseñanza superior.

En los relativamente pocos países con disparidad de matrícula desfavorable para las mujeres, la disparidad en la finalización de los estudios es menor. En el 2014 en Egipto, 90 mujeres por cada 100 hombres estaban inscritas en la enseñanza terciaria, pero la tasa de graduación presentaba una menor disparidad. Es menos común que empeore la disparidad entre el ingreso y la finalización de los estudios. En el 2013 en Ruanda, de cada 79 mujeres que se matricularon se graduaron 53 por cada 100 hombres que lo hicieron.

El analfabetismo sigue siendo pronunciado entre las mujeres.

La alfabetización abre vías hacia el aumento del nivel de vida, la mejora de la salud y la ampliación de las oportunidades. Empodera a las personas, en especial a las mujeres, para que desempeñen papeles activos en sus comunidades y construyan futuros más seguros para sus familias.

Los hijos de padres alfabetizados disponen de enormes ventajas para acceder a la educación y adquirir competencias. Por el contrario, el analfabetismo puede atrapar a las familias en la pobreza, mermar sus oportunidades y socavar la prosperidad nacional.

En el 2014, la tasa mundial de analfabetismo de adultos era del 15 %, lo que equivale a 758 millones de adultos. El 63 % de los adultos analfabetos son mujeres, un porcentaje que no ha variado desde el año 2000. En Asia Meridional y África Subsahariana, alrededor de uno de cada tres adultos es analfabeto. En África del Norte y Asia Occidental, la proporción es de casi uno por cada cinco.

La disparidad de género en las tasas de analfabetismo de adultos es significativa en las tres regiones. La tasa de alfabetismo en hombres en Afganistán es más del doble de la correspondiente a las mujeres. En Yemen, el 47 % de las mujeres adultas y el 16 % de los hombres adultos son analfabetos. En la República Democrática del Congo, Mozambique y Togo, las mujeres tienen el doble de probabilidad que los hombres de ser analfabetas.

Las tasas de analfabetismo en jóvenes son globalmente menores que las de los adultos, lo cual refleja una mejora en el acceso a la enseñanza primaria y secundaria de las generaciones más jóvenes. En términos generales, un 9 % del colectivo de jóvenes de edades comprendidas entre 15 y 24 años son incapaces de leer o escribir una frase, lo que equivale a 114 millones de personas. La disparidad de género entre los jóvenes es menor que entre los adultos en todas las regiones.

Las desventajas más acusadas intensifican la disparidad de género ligada al analfabetismo.

Los jóvenes de los hogares pobres tienen una probabilidad mucho menor de contar con las competencias funcionales de lectura y escritura que se necesitan en la vida cotidiana. Entre los pobres, las mujeres jóvenes son las que más pueden quedarse atrás, mientras que los hombres jóvenes, junto a las mujeres de hogares ricos, son los que tienen una mayor probabilidad de alcanzar las competencias básicas de lectura y escritura.

En Pakistán, sólo el 15 % de las mujeres jóvenes pobres de edades entre los 15 y 24 años son capaces de leer en las distintas situaciones de la vida cotidiana, frente al 64 % de los hombres jóvenes pobres. En algunos países de África Subsahariana, entre los que se encuentran Burkina Faso, Níger y Senegal, la población entre 15 y 24 años consigue alcanzar unas competencias de lectura y escritura de muy bajo nivel, y las jóvenes de hogares ya sean ricos o pobres suelen tener un nivel de alfabetización menor que los varones.

En Níger, el 77 % de los hombres jóvenes ricos cuentan con las competencias básicas de lectura y escritura, frente al 49 % de las mujeres jóvenes ricas, el 7 % de los hombres jóvenes pobres y el 2 % de las mujeres jóvenes pobres.” (Continuará).

*Rector de la Universidad Tecnológica Bilingüe de Mineral de la Reforma (UTMiR-BIS)

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