LA UNIÓN SE IMPONE A LA SINRAZÓN EN BOGOTÁ

#ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO
 
Con  base a la unión de los diversos sectores taurinos, después de un ayuno de casi cinco años en la capital Colombiana, reabrió la Monumental Santamaría

Estimados Amigos, saludándolos con el afecto de siempre desde este espacio de Plaza Juárez. La Monumental Plaza de Toros Santamaría de Bogotá, Colombia, cerró sus puertas en junio de 2012 por orden del entonces alcalde de la Capital Colombiana Bogotá, el izquierdista, exguerrillero, Gustavo Petro, bajo el argumento de que ese escenario debía usarse para “actividades de vida y no de muerte”, con el apoyo de los animalistas quienes expresan que la Fiesta Brava es la “violencia legalizada”, así como lo lee, en un país flagelado por una brutal violencia política-delincuencial existen trasnochados que pretenden responsabilizar a la más Bellas de las Fiestas de generarla.
Sin embargo en el país sudamericano los diversos sectores taurinos lograron lo que no hemos hechos en México, ponerse de acuerdo y unidos librar una batalla legal en contra del ordenamiento municipal que prohibió las corridas de toros en Bogotá. Así en septiembre de 2014 la Corte Constitucional ordenó el regreso de las corridas de toros a la Santamaría al fallar en favor de la Corporación Taurina de Bogotá una acción de tutela (equivalente a nuestro amparo) presentada contra la decisión de Petro, al considerar la Corte “que no existe una norma legal que imponga la prohibición general de los espectáculos taurinos” y recordó que la tauromaquia es una “tradición cultural de la Nación, susceptible de ser reconocida por el Estado”.
El señor Petro se fue, gracias a Dios, y en su lugar llegó a la alcaldía bogotana Enrique Peñalosa, que si bien no gusta de la Fiesta Brava, es respetuoso de los ordenamientos de la Corte Nacional y en acatamiento al fallo de Septiembre de 2014, abrió el proceso para la adjudicación del Coso del Barrio de la Macarena, licitación que ganó Felipe Negret, director de la Corporación Taurina de Bogotá y férreo promotor por el respeto a la libertad de los aficionados a la Fiesta Brava, que encabezó la lucha legal de Matadores de Toros, Novilleros, Ganaderos, en fin todos los actores taurinos colombianos, así mismo se unió a la empresa de la de Plaza de Toros de Manizales, encabezada por Juan Carlos Gómez, para formar el Consorcio Colombia Taurina con el objetivo de relanzar la tauromaquia en la capital colombiana.
Ya una vez al frente de la administración de la Santamaría Negret se enfrentó a otra argucia legaloide de la alcaldía bogotana, la negativa a otorgar los permisos correspondientes porque, según el alcalde Peñaloza, había “fallas estructurales” que reparar lo que retrasó la apertura del coso un año más, sin embargo el pasado domingo 22 finalmente se reabrió el magno escenario taurino bogotano, con un cartel internacional anunciándose al español Julián López “El Juli”, el colombiano Luis Bolívar y la presentación en esa plaza para confirmar la alternativa de Andrés Roca Rey, con toros nacionales de Ernesto Gutiérrez, combinación que agotó en unos pocos día el boletaje colgándose el cartel de “no hay billetes”.
Sin embargo no todo puede ser miel sobre hojuelas, pues un grupo de aproximadamente mil animalistas se manifestaron violentamente en contra de quienes se dirigían a la plaza de toros, al grado de lesionar de consideración a unos treinta aficionados, debiendo intervenir la policía para dispersar a los violentos manifestantes, algunos de los cuales fueron detenidos.
Dos cuestiones destacaron en la reapertura de la Monumental Santamaría,  la entrada que cubrió los tendidos del coso y las quince mil almas ahí presentes gritando al unísono “libertad, libertad, libertad” antes del paseíllo.
Un verdadero ejemplo, sin duda, el que ha dado la afición taurina de Colombia, cuando, demostrando que teniendo la capacidad -pero sobre todo la voluntad- de unir esfuerzos, han logrado rescatar la Fiesta Brava, víctima de oscuros intereses más allá, pero mucho más allá, de la defensa del toro de lidia que dicen hacer los animalistas.
En tanto en México, la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, inició, todavía encabezada por Manuel Sescosse, la circulación de un estudio titulado “Caracterización y Dimensionamiento del Sector Bovinos Espectáculo en México”, realizado por el Comité Nacional Sistema Producto Bovinos de Espectáculo, con apoyo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), en el que, después de realizar un análisis socioeconómico de la Fiesta Brava, se enuncian una serie de medidas que debieran implementarse para la prevalencia y defensa de la Fiesta Brava en México. Sin embargo, con todo respeto, hemos de señalarles a quienes elaboraron el sesudo estudio, que para el crecimiento de la Tauromaquia, además de las medidas citadas, les faltó la principal; lograr la unidad de los diversos sectores de la Fiesta Brava, porque sin la participación de todos los actores taurinos, las medidas recomendadas no pasarán de ser una lista de buenos propósitos.
Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.

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