Primarias en el partido Socialista de Francia; insuficiente todo el aparato del Estado que apoya a Valls
El exprimer ministro Manuel Valls ha sufrido un duro revés en las urnas que pone en entredicho su futuro político, si se confirman los resultados provisionales de las primarias de la izquierda celebradas el domingo.
Valls fue superado por el exministro Benoît Hamon, del ala crítica del partido que ha obtenido el el 36% de los votos frente al 31% para Valls. El tercer aspirante con más votos, el también dirigente del ala izquierdista Arnaud Montebourg (18%), anunció que apoyará a Hamon en la segunda vuelta del día 29, lo que frena todavía más a Valls.
Los electores, ha dicho Hamon en su primera intervención como ganador, le han dado “un mensaje claro de esperanza y renovación” al votar por “un nuevo proyecto” y “no por resignación, sino por convicción”.
Con tal veredicto en las urnas, los militantes y simpatizantes de la izquierda censuran el controvertido mandato de François Hollande y la opción de que Valls sea su heredero. Hamon está apoyado por diputados socialistas rebeldes que han amargado la legislatura a Hollande y Valls.
El resultado decepcionante para Valls, que partía como favorito, ha sido incluso más elevado debido a la baja participación: entre 1,5 y 2 millones frente a los 4,3 millones de la derecha hace dos meses, lo que muestra la decepción y escasa movilización de la fragmentada izquierda francesa.
Pese al mal resultado del exjefe del Gobierno, que era apoyado por buena parte del Gobierno y del aparato del fragmentado Partido Socialista,Valls no tira la toalla. Todo lo contrario. “Nada está jugado. Nada está escrito. Empieza una nueva campaña”, anunció tras conocer el resultado, en la que habrá que elegir entre “la derrota asegurada” -la de Hamon, con propuestas “irrealizables” y “la victoria posible” con proyectos responsables.