Pláticas de paz por Siria
“La situación sobre el terreno ha cambiado dramáticamente, Turquía no puede insistir en una solución sin Asad”, insistió el viceprimer ministro turco
El encuentro de la oposición siria y la delegación de Damasco sobre el arreglo en el país árabe arrancó ayer en la capital de Kazajistán, Astaná. El objetivo es acercar las posturas del Gobierno sirio y la oposición armada y extender a más zonas el alto el fuego negociado tras la caída de Alepo. Esta vez es Rusia la que dirige el proceso de paz, impulsado también por Turquía e Irán. EU, Unión Europea, Arabia Saudí y la ONU quedaron con papel menor.
Moscú afronta con optimismo el inicio de las negociaciones: los rebeldes han perdido territorios. “No es que tratemos de expulsar del proceso a la oposición política, pero partimos de que la cita de Astaná persigue lograr la participación plena en el proceso de los bandos armados, eso actualmente es lo más importante”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, en rueda de prensa.
La llegada a la Presidencia de E de Donald Trump, interesado en derrotar al Estado Islámico más allá de rivalidades geopolíticas en Siria, da nuevos bríos a la iniciativa rusa. Incluso Turquía, que hace un año era para Moscú casi un aliado del Estado Islámico, parece haber moderado su apuesta por una caída del presidente sirio, Bashar Asad.