Aunque son temporadas altas para el comercio, son principalmente los vendedores en mercados y locales pequeños los que reflejan una baja entrada de ganancias debido a dos factores que incentivan a la población a alejarse de la venta tradicional: los vales de despensa y la variedad de las grandes cadenas comerciales.
En este sentido, argumentan que con la entrega de vales de despensa para los trabajadores se impulsa a las personas a acudir por los productos a los mercados de grandes cadenas donde encuentran perecederos y no perecederos, por lo que en la venta tradicional la afluencia disminuye y por ende las ganancias.
Félix Hernández, carnicero local de la capital comenta que en promedio las ganancias disminuyen hasta en un 60 por ciento “los mexicanos somos flojos para comprar” ya que si el comprador encuentra todo en un solo lugar dejan de acudir con los pequeños distribuidores “aunque no esté fresco y sea más caro”.
De lo anterior apunta a que procuran mantener los costos cárnicos estables y entregar un producto de calidad para atraer a la gente aunque eso “nos esté costando mucho”, sin embargo prevén un panorama complicado para el 2017 por los precios de la gasolina y efectos económicos externos “no sabemos cuál vaya a ser la reacción en cadena para el próximo año”.
Los pequeños comerciantes refieren que antes de que se instalarán las cadenas comerciales las ventas alcanzaban el cien por ciento en temporadas de fiesta, no obstante con el número en crecimiento de dichos sitios se han disminuido de forma alarmante “nos ha venido a afectar tantos centros comerciales a los mercados” destaca Martha Rocío Gerardo, locataria del Primero de Mayo.