“Es una palabra que parece fea y que asusta, pero también puede ser una etapa para vivir con alegría”
El día de su 80 cumpleaños, delante de unos 60 cardenales más o menos de su quinta, Jorge Mario Bergoglio ha reivindicado la vejez y, de paso, un ingrediente que considera necesario para sobrellevarla: el sentido del humor.
Durante una misa en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico, el papa Francisco ha reconocido: “Desde hace algunos días me viene a la mente una palabra que parece fea y que también asusta, la vejez. Se me viene a la cabeza aquel poema [de Ovidio]: “con paso silencioso se te viene encima la vejez”. ¡Es un golpe!, pero hay que verla como una etapa más de la vida, con alegría, esperanza. La vejez es sed de sabiduría, esperemos que también para mí”.
En la misa de ayer, el Papa pidió a cardenales que recen para que su vejez sea “religiosa, tranquila, fecunda y también alegre” porque, según añadió, “un poco de sentido del humor ayuda a seguir adelante”.
La semana de su 80 cumpleaños ha sido de mucho trabajo. El jueves, por ejemplo, Jorge Mario Bergoglio visitó el hospital Bambino Gesù, propiedad de la Santa Sede, y aprovechó su encuentro pastoral con decenas de niños enfermos para dar un toque de atención de forma muy severa a quienes gestionan este tipo de instituciones, salpicadas por la corrupción en tiempos muy recientes.
Dijo el Papa: “Miren a los niños: ¿Yo puedo hacer negocios corruptos con estos niños? ¡No! Yo puedo acabar el día sudado, sucio, cansado, con ganas de decir una palabra un poco… y mandar a alguien a freír ejotes, sí, pero sin corrupción. El cáncer más fuerte de hospitales como estos es la corrupción: que no viene de un día para otro, se cae lentamente, hoy una propina aquí, mañana una mordida allá, pasado mañana un enchufe allá y lentamente, sin darse cuenta, se acaba en la corrupción”.