UN INFIERNO BONITO

DICEN LAS HERMANAS QUE SE LAS PELAN.
Gozan de libertad, a pesar de que cometieron un crimen, así lo demanda la Coordinación de Investigación, los agentes, necesitan  que les de un jalón de orejas, para que obedezcan y cumplan una orden de aprensión, en contra de tres hermanas, que son responsables de un crimen.

Maximina, Juana, y Guadalupe, andan libres a pesar de que ya les dieron la orden, a los agentes de que las pesquen, de donde sea,  sin embargo, se pasean meneado las nalgas caminando como yeguas, finas, por el centro del municipio de Apan, sin que nadie les diga nada. Se solicitó al Juez, que se investigue también a Marco Antonio y David, porque andan como si nada, sabiendo que están embarrados, en el asesinato.
Tienen antecedentes que el 3 de mayo del año del 2015 hubo una bendición de una casa en la comunidad  de la calle Sur del municipio de Apan Hidalgo, cuando fueron asesinados José y su esposa. A David, se le vio con tres hombres, que no eran de la región, se le notaba que iban  armados, se sabe que los contrataron, para que se echaran al plato a la pareja.
En la declaración ministerial de Marco Antonio, que es el viejo de Maximina, Para llevársela al juez, donde aseguran que las hermanas Rosales, no tienen nada que ver en el asesinato de la pareja, pero otros sostienen que engañaron a la autoridad, en su declaración. Porque esas son las asesinas  tenían una bronca las carnalas, con José, por la disputa, de una herencia.

ATRAPAN A UN VENDEDOR.
Víctor Hugo de 24 años, con navaja en mano se les puso al brinco a las popochas, les tiro unos tajazos, que por un pelito los capa. Comentaron  los uniformados, que les cayeron en la maroma, cuando buscaba clientes, que le compraran grapas de cocaína. Dos policías Municipales, lo agarraron, le cayeron por la retaguardia, les ofreció 900 pesos para que lo soltaran, le dijeron que no.
Se lo llevaron a la comisaría, aunque no fácil, porque les aventó de navajazos, que los hizo brincar como chapulín, lo metieron de las greñas, a la galera y le zumbaron unos cuantos madrazos, para que se educara, y respetara a la policía. Luego lo sacaron y o presentaron ante el Ministerio Público Federal, con relación a que pertenecía a una banda de narcomenudeo.
Dijeron los gendarmes, que hacían  su rondín por el barrio de la Surtidora, en Pachuca, y un ciudadano les dio un Tip, les dijo que andaba un hombre, fumando marihuana en plena calle, que era un chaparro, gordo, vestía una camiseta, a todo el que pasaba se lo quedaba mirando feo.
A unos cuantos metros lo agarraron, y al revisarlo le encontraron una bolsa de polvo blanco, les dijo, que era harina, para hacer engrudo, pero después de tanto preguntarle les dijo que era cocaína, que la venta estaba muy baja, que nadie tenía para pagar y que mejor él, la consumía, que solo había vendido 900 pesos, y se los daba, para que lo dejaran libre.
Cuando lo agarraron para subirlo a la batea de la patrulla, sacó un cuchillo, que si no brincan a tiempo les saca las tripas. Le pegaron de macanazos, para dejarlos tranquilo, antes de que se volviera loco y les partiera la madre. Lo encerraron y pidió que le devolvieran los 900 pesos, que le decomisaron, porque si no, se la hacen de cuento ratero.

LA HECHO DE CABEZA LA ABUELA.
María Luisa Hernández, de 32 años, fue a poner su queja ante el Ministerio Público, en contra de su abuela, de su esposo, se llama Juana López, que la metió en brocas con su bilioso, y celoso viejo, que le dio de madrazos, quiere divorciarse, y la corrió de su casa.
Dijo al Agente Social, que la invitaron  unas amigas, a una pachanga, le dijeron que iba a estar de pelos, que la dejara de ir, le pidió permiso a su señor, que trabaja de noche, se llama José Juárez López, le dijo que no, María Luisa, le estuvo rogando, que no fuera malo con ella,  que la tiene como la muñeca fea, y se puso a llorar a moco tendido, encerrándose en su recamara, a José, se le remordió la conciencia y le dijo que la dejaba ir con la condición que se llevara a su abuelita, y a una comadre.
Ella se puso muy contenta, se quito el traje de Cenicienta, y se dio su manita de gato, quedando bella como una estrella,  La abuelita tiene 80 años, y la comadre iguanas ranas. Llegaron a la fiesta y como había muchos cuatachos, de cuando estaban en la escuela, comenzaron a platicar y a bailar, la abuelita, y la comadre, se aventó unas cubas, pero estaba echándole ojo de chícharo, a la muchacha,  para que no se fuera a pasar de lista, porque ahí había muchas gandayas.
Una de sus amigas, le presentó a un viejito, y a su amigo de la misma edad, se aventaron varios corridos bailando, y platicando, mientras María Luisa, se echaba unas copas con ellos y ellas, de sus amistades. como se las aventaba de dos tragos, se atarantó tanto que se le hacían las patas de hilacho y fue al baño, y se quedó dormida, pasó el tiempo y la abuelita y su comadre, ya habían empedado a los viejitos, se les hacían los ojos como pollo, de sueño, y cansadas de esperarla decidieron irse y dejarla.
Horas después a María Luisa, se le habían dormido las nalgas de estar horas sentada en el WC. Con trabajos salió, pero ya no encontró a nadie en la fiesta, era de madrugada, todos se habían ido, llegó a su casa, la estaba esperando su viejo, se lo llevaba la grosería, al verla le mentó la madre, le pego y no la bajaba de que era una prostituta, la corrió de su casa, porque su abuelita le dijo, que se fue con un hombre al hotel, ella le juró al Ministerio Público, le dijo que por Dios, se había quedado dormida en el baño, que estaba borracha, pero no se fue con nadie, pide que llamen a la ruquita chismosa, para que delante de la autoridad le diga a su nieto, que es mentira, que se fue con un hombre.

POR PARRANDEROS SE LOS FREGARON.
Dos alegres compadres, que se la habían pasado toda la noche chupando, caminaban en la madrugada temblando como perros, todavía iban hasta la madre, de borrachos, caminaban abrazados, cabeza con cabeza, que parecían siameses, daban un paso para adelante y un paso para atrás.
Ni dejaban de platicar, que por lo briago ninguno de los dos se entendían, Caminaron por el Viaducto Rojo Gómez, que sale a la mina del Álamo, de pronto se tropezaron con un hombre, que estaba tirado, y los dos se fueron de cabeza, cayendo al suelo sin meter las manos, dándose un calaverazo seco. Uno de ellos levantó a su compadre y le dijo; “Un muerto compadre, nos tropezamos con él” el otro le contestó: “En la madre Vamonos, si no van a decir que nosotros lo matamos” Del susto se les bajó la borrachera, y al momento, que iban a correr llegó la policía, una camioneta llena de Gendarmes, que pidió auxilio a la Cruz Roja, los socorristas, les dijeron que no estaba muerto solo había perdido el sentido por los golpes que le habían dado.
Entre protestas los compadres, no se querían subir a la camioneta, les dijeron a los gendarmes, “Me caí de madre, que nosotros no fuimos” Pero como los policías, no entienden razones los subieron a punta de madrazos, y los encerraron en la galera por haber golpeado a un hombre desconocido”
Mientras tanto en el Hospital General, con los tratamientos médicos, el hombre volvió en sí, y dijo, que se llamaba Eduardo Olvera Catarino, de 18 años de edad, vecino de la colonia Felipe Ángeles, que cuando caminaba a la entrada de la mina de Álamo, le salieron una bola de vándalos, que lo agarraron a madrazos y le quitaron todas sus pertenencias, y lo dejaron porque creían que estaba muerto, que son unos vándalos del rumbo, Por otro lado los compadres estaban acusados de golpeadores, y esperaban el reporte del hospital, para consignarlos de homicidas, por si se muere.

UN VIEJO CELOSO.
Juan López Santiago, de 50 años de edad, de origen naco. Se trajo de Huejutla, a una jovencita de 16 años, la tiene viviendo en el cerro de Cubitos, la cela tanto que no la deja sola ni para ir al baño, cuando se va a trabajar, la deja encerrada, o se la encarga a su jefa, diciéndole que no la deje salir para nada.
Juan trabaja, en el camión de la basura, el día de ayer, después de que el señor se fue a trabajar,  La señora, se sintió muy mal, le dijo la suegra, que a lo mejor ya estaba panzona, y que fuera ver al médico al Hospital General, como había mucha gente ella, no sabía, la movida, y la mandaron de allá, para acá, y nunca la atendieron.
Sin desayunar, sin comer la pobre de Jacinta, camino para irse a su casa, de pronto dio el changazo y se desmayo. La Cruz Roja, la llevo de nuevo al Hospital General, donde le dijeron que era un simple desmayo que se podía ir a su casa. Eterna se le hacía la subida al cerro, no llevaba para el camión, para llegar a su casa, hizo varios descansos, y al llegar la estaba esperando su viejo, para darle en la madre.
Su suegra diciéndole a su hijo, que se había salido desde la 7 de la mañana, y ya eran las 5 de la tarde, que de seguro fue a ver a su amante. Juan se quitó el cinturón y comenzó a darle una pela de perro bailarín, la señora gritaba pidiendo auxilio, unos vecinos entraron al quite. Llamaron al 066, y la llevaron de nuevo al Hospital General, al golpeador lo detuvieron.
Al Ministerio Público, le explicó todo lo que había pasado, y le pidió ayuda para su pasaje a su pueblo, que ya no quería regresar con su viejo celoso. Pero cuando llegó a su pueblo, su padre el acabo de desmadrar porque se había ido a Pachuca, con Juan, de los golpes la hizo abortar. Ella puso su queja en Huejutla, ante el ministerio Público, en contra de su padre, por lo que le había ocasionado.

¡NO SE CALLEN¡
Eso de la corrupción, se la pasan por el arco del triunfo, y nosotros preguntas a las altas autoridades, ¿Por qué no detienen al que se robo muchos millones en Radio Y televisión, se llama Sergio Islas Olvera, ¿será que también recibieron lo suyo? O esperan orden de mas arriba, o o van a esperar que se vaya.
gatoseco98ayahoo.com.mx

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