Atentado en catedral cristiana copta de El Cairo

Los concentrados expresaron su frustración por la falta de protección policial del recinto, y se llegaron a escuchar gritos contra el Gobierno, algo poco habitual en la era de al Sisi, caracterizada por reprimir cualquier disidencia.

Al menos 25 personas fallecieron y otras 49 resultaron heridas de diversa gravedad la mañana de ayer a causa de la explosión de una bomba de gran potencia en una iglesia de El Cairo.

El artefacto estalló en la sección dedicada a las mujeres de la iglesia de San Pedro y San Pablo, adyacente a la catedral de San Marcos, sede del patriarca de la Iglesia Ortodoxa Copta, la principal confesión cristiana del país.

Este es el ataque más violento padecido durante las últimas años por la minoría cristiana copta, que representa aproximadamente 10% de la población egipcia, y se añade al continuo goteo de atentados perpetrados por la insurgencia islamista desde verano de 2013.

La bomba detonó aproximadamente a las 10.00 horas (local), con el templo repleto de fieles y mientras se celebraba la tradicional misa dominical.

El explosivo estaba compuesto por 12 kilos de TNT. De momento, ningún grupo ha reivindicado la acción, pero todo apunta a que se trata de algún grupo islamista. Los coptos han sido víctimas de ataques por su apoyo al presidente, el mariscal Abdelfatá al Sisi, que lidera una cruzada contra el islamismo.

En un vídeo que circuló ampliamente por las redes sociales, se podía ver cómo la bomba reventó varias ventanas de la iglesia e incluso provocó desperfectos en el techo. El suelo del recinto se llenó de escombros y manchas de sangre.

“Tan pronto como el cura nos instó a preparar la plegaria, sucedió la explosión … El polvo cubrió la sala y buscaba la puerta, pero no podía ver nada … Al final, pude salir en mitad de gritos, había mucha gente tirada en el suelo “, explicó a Reuters Emad Shukri, un testigo del atentado.

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