Asegura el artista plástico Santiago Sierra
Rechazó el Premio Nacional de Artes Plásticas en 2010
Durante los últimos años, Santiago Sierra ha sido un hombre de pocas palabras. Tanto que, a veces, ha pecado de grosero ante la prensa por entender que no tenía nada más que decir. Por ello publica Entrevistas, un libro que, como recogieron sus coeditores en el acto de presentación en La Central del Museo del Prado, surge porque el propio escritor estaba cansado de responder las mismas preguntas siempre.
Se mostró cauto, quizá afectado por el jet lag que lo trajo desde Buenos Aires, quizá por la experiencia ante los periodistas. “Hago piezas tan claras y tan evidentes que luego no sé qué añadir”. Este libro reúne una selección de 21 entrevistas con el escultor, realizadas por críticos, periodistas, comisarios e investigadores. A través de estas conversaciones el lector tendrá la oportunidad de acceder a una revisión de su trabajo realizado desde 2002 hasta 2015.
Las entrevistas, traducidas tanto al español como al inglés, se han ordenado cronológicamente para que ayudar a entender la arena crítica del autor. “Había una necesidad de dejarlo todo por escrito y liberarme”, apuntó Sierra, quien confía en la capacidad del arte para explicarse por sí mismo. De esta forma el libro ayuda a conocer el trabajo de Santiago, pero también el del desarrollo del arte de los años 90 no sólo porque lo tematice sino porque el propio libro es resultado de su trabajo.
Pues, como diría Tristan Tzara, el pensamiento se hace en la boca y de la de Sierra, aunque salgan pocas cosas, se forjan las explicaciones de su trabajo. “Es un artista que emplea la palabra para explicarse”, explicó Francisco Javier San Martín, coeditor junto a Juan Albarrán. “Se toma sus entrevistas”, añadió, “como una parte consustancial de su trabajo. Son una especie de making of de todo aquello que no se ve en los museos”.
Santiago Sierra vive y trabaja en Madrid, donde se formó como artista a finales de los años 80. Su experiencia le llevó a Hamburgo y a México D.F., ciudades en las que desarrolló un corpus de trabajo que le catapultó a la escena artística internacional, a través de obras que tematizan el trabajo y la alineación bajo el yugo del capitalismo.
