Primero la base

La nueva conformación del Consejo Político Nacional refleja una mayor presencia de representantes de la administración federal

El PRI empezó ayer la construcción de una plataforma política que en los hechos será el lanzamiento del programa nacional hacia el 2018. Con esto la dirigencia del partido, ratificando la expresión del presidente Enrique Peña Nieto, acude a don Jesús Reyes Heroles, un clásico del priísmo (y de la política nacional), para definir el proceso sucesorio: primero el programa, después el nombre.

La nueva conformación del Consejo Político Nacional refleja una mayor presencia de representantes de la administración federal, lo cual es bueno para que conozcan al partido y a su militancia para tener mayores elementos de criterio en las acciones que encabezan.

¿Es la recién iniciada integración de la plataforma partidista un freno a las aspiraciones personales de los cuadros priístas? No lo veo así. El partido debe, tiene que ordenar sus acciones en torno a la competencia electoral en los estados que renuevan gobierno en 2017, pero principalmente respecto a la sucesión presidencial de 2018.

Y mientras la dirigencia arma y coordina la conformación de la agenda política, quienes aspiramos tenemos la obligación de llevar a esa agenda lo que nuestra base militante siente, piensa y dice en foros que no siempre están dentro del partido.

Hay en el PRI diversidad de opiniones, un gran abanico de posturas, perfiles y proyectos que esperan ser considerados en las acciones que las dirigencias municipales, estatales y nacional efectúan. Todas esas posturas son relevantes porque pertenecen a gente que ha apoyado en las buenas, en las malas y en las pésimas.

Precisamente esa lealtad a la institución política es la que da a la militancia el derecho a opinar, participar y también a disentir.

Esto no es nuevo y tampoco una sorpresa: es la diversidad que da al PRI carácter y sustancia. Como tampoco es extraño para quienes militamos desde hace ayeres el que, aunque disciplinada, la base se mueva y reaccione ante todas las ideas y proyectos de muy variadas formas. El talento para convencer y unificar a la base ha sido siempre requisito para encabezar al partido desde la dirigencia y desde las candidaturas.

De lo expuesto en la sesión de ayer coincido y me quedo con el llamado del presidente Enrique Peña Nieto a salir de la comodidad de los escritorios y dar la batalla política en la calle, de frente a la gente, porque es un argumento que he sostenido en los hechos a lo largo de mi carrera política.

Agrego un elemento: escuchemos y atendamos primero a quienes dan vida al PRI, a nuestra militancia que hoy demanda, opina, cuestiona y alza la mano para participar en todos los procesos del partido. Actuemos de cara a esa base militante a la que debemos rendir cuentas y salgamos a hacer buena política.

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