Tecnocultura

Con buena salud la edición independiente y digital

Las pequeñas editoriales han tenido en México un boom innegable en los últimos años; en las editoriales independientes se experimenta cierta intimidad entre todos los actores alrededor del libro que no se da con los grandes sellos, esto es parte de su encanto y éxito; los festivales de pequeñas editoriales que convocan las grandes librerías reúnen cada vez a más simpatizantes, y no es raro encontrar más de un tesoro en sus catálogos.

El pasado martes concluyó, en la Casa América de Madrid, el seminario “Redes públicas, relaciones editoriales. Hacia una historia cultural de la edición iberoamericana”, en la que se dio una radiografía de la situación de las llamadas editoriales independientes y la edición digital en Iberoamérica. España ha sido, desde siempre, el escaparate al que miran los autores de habla hispana, llegar a España a través de las grandes editoriales para desembarcar en las librerías de este lado del Atlántico es una odisea para los autores latinoamericanos que por muchos años han tocado esas puertas en ultramar cada vez con menos éxito. Una odisea que tampoco le es ajena a los autores peninsulares, las editoriales independientes en España también han sido un bálsamo importante para autores de aquel país; un ejemplo reciente, el del escritor y amigo Daniel Diez Carpintero, madrileño afincado en la CDMX desde hace ya algunos años, maestro de cuento en la Escuela Mexicana de Escritores, y que ha ganado el más reciente galardón de la editorial Sloper (Palma de Mallorca) con su libro “El Mosquito de Nueva York”, un libro trabajado en gran parte en esta Ciudad de México.

En Casa Madrid quedó patente que la edición literaria en nuestros países está viviendo sus mejores momentos, no sólo en sana convivencia con las grandes editoriales (muy probablemente porque las primeras tienen un público emergente que las sigue de culto) sino también con la edición en digital que va ganando a la par grandes adeptos, aunque todavía con cierto recelo; más de una vez me ha tocado charlar con autores noveles que prefieren insistir en publicar su opera prima en papel antes de rendirse y “conformarse” con publicación electrónica; el papel sigue teniendo más encanto, no tenemos todavía una generación que haya leído a sus ídolos en electrónico como para agarrarle cariño al formato, un cariño que se traduzca en soñar con publicar en soporte digital.

Aun así, según concluyen los expertos en el seminario de Casa América, las tendencias tanto para las pequeñas editoriales como para los ebooks en Iberoamérica es más alentador que nunca, y las gráficas no dejan de ir a la alza. Cabe mencionar que los grandes sellos no han abandonado la idea de edición digital, y hoy podemos encontrar esta opción en los catálogos de las páginas de Internet de las grandes librerías en México; qué decir de las convocatorias de editores digitales como Amazon (nada más), que congregan cada vez más interés por parte de los nuevos autores iberoamericanos y en las que nuestro país tiene una presencia más que destacada.

@Lacevos

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