RETRATOS HABLADOS

●    Nomás para calar al gobernador

El Santo Patrono de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Gerardo Sosa Castelán, ha manejado con habilidad envidiable, una estrategia que le permite “calar” a los recién juramentados nuevos gobernadores de la entidad. Para ello se vale de múltiples herramientas. En su tiempo lo fue ordenar acciones casi tipo terrorista a la Federación de Estudiantes, ahora lo hace de manera más civilizada a través de medios informativos de su propiedad.
    Y elige por supuesto el momento más indicado, que siempre resulta ser cuando menos se lo espera el Jefe del Ejecutivo, que da por sentada una relación, si no buena, por lo menos respetuosa con el poder eterno de la UAEH.
    El golpe siempre es seco y a la cabeza. No se trata de indirectas, sino directas, porque el objetivo es obtener una respuesta, y de este modo “calar” al recién inquilino de Palacio de Gobierno.
    Arropado por un grupo de expertos en materia de comunicación y estrategia, que conformó desde su época como coordinador de la bancada priísta al Congreso de la Unión, Sosa Castelán reta abiertamente, amaga con una pelea callejera, para finalmente esperar el llamado a la negociación, nunca al revés.
    Es decir que  la amenaza, el reto, han sido el salvoconducto para lograr notables beneficios a su grupo, que es él mismo, y que dispone a su libre albedrío de los destinos universitarios.
    El poder hegemónico que ha ejercido en la institución educativa desde hace más de tres décadas, le ha permitido al personaje citado, conocer de las fortalezas y debilidades de un buen número de gobernantes, y basado en ese análisis que su grupo de apoyo realiza de manera exhaustiva es como decide qué tipo de reto poner en escena.
    De este modo se entiende el cuestionamiento intrínseco que hace al gobernador Fayad, acerca del postulado eje de su administración, que es la lucha contra la corrupción, al ordenar la publicación de una nota en que se da cuenta de que supuestamente el ex mandatario estatal otorgó una notaría al hermano del hoy jefe del gobierno hidalguense.
    Poner un “cuatro” a los recién investidos gobernadores del estado, le ha redituado buenos resultados al líder del Grupo Universidad, además de tener siempre como arma secreta (que ya no lo es tanto), la posibilidad de movilizar a los universitarios para la realización de marchas y plantones. El último casi a punto de hacerse realidad, porque urgían los recursos presupuestales, no para dotar de implementos básicos a los campus universitarios, sí sin el objetivo de comprar un equipo profesional de basquetbol, que por supuesto le rinde mejores frutos de imagen que colocar papel higiénico en los baños de las escuelas.
    Esta vez sin embargo la historia podría ser diferente.
    Omar Fayad Meneses, gobernador constitucional del estado, no es de los que acostumbran espantarse ante amenazas casi de tipo pandilleril, y ha manifestado las veces que han sido necesarias, que será respetuoso de la autonomía universitaria, de su líder, pero mucho cuidado si este personaje, Sosa Castelán, decide creer que puede ejercer su poder allende las fronteras de los campus universitarios.
    Es decir que el líder político de la UAEH deberá aquilatar con inteligencia aquello que decía el entrenador de la selección de fútbol mexicana, Bora Milutinovic, “tú respetas, yo respeto…”.
    No será pues la misma historia.
    Fayad Meneses tiene a su favor el bono electoral. Es decir que llegó a la primera magistratura estatal no por una graciosa dádiva, sino porque él ganó los comicios, pese a todas los caminos plagados de fuego amigo.
    Con todo y estrategias que incluyen diapositivas con gráficas, Sosa Castelán tendrá que pensar y repensar, antes de decidir si sigue por el camino habitual.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
twitter: @JavierEPeralta

CITA:
    Omar Fayad Meneses, gobernador constitucional del estado, no es de los que acostumbran espantarse ante amenazas casi de tipo pandilleril, y ha manifestado las veces que han sido necesarias, que será respetuoso de la autonomía universitaria, de su líder, pero mucho cuidado si este personaje, Sosa Castelán, decide creer que puede ejercer su poder allende las fronteras de los campus universitarios.
   
   

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