● OFM, adiós a los “santones”
● MINUTARIO
Quien pretenda aplicar una visión fragmentada, y busque a toda costa calificar el momento político que vive el estado de Hidalgo como una simple querella entre la administración del gobernador Omar Fayad Meneses con su antecesor, de manera intencional pretende hacer de lado el momento histórico que vive la entidad, en el que viejos enclaves de poder están condenados a desaparecer porque se habían convertido en un lastre, y una fuga injustificada de recursos económicos.
Toca al hoy Jefe del Ejecutivo estatal, la tarea de generar las condiciones necesarias que le permitan a su partido, el Revolucionario Institucional, mantener la gubernatura del estado en sus manos, a través de un proceso nada fácil pero urgente de ser aplicado, en el que enclaves de poder que gozaban de todo tipo de canonjías, deberán desaparecer porque simple y llanamente habían perdido su razón de ser.
El origen para que estos grupos bien identificados, lo mismo en la región Pachuca, que en el Valle del Mezquital y Huasteca, hayan sido la raíz donde pueden encontrarse las derrotas más graves del priísmo en los últimos tiempos, es que desembocaron en ser algo así como pequeñas dictaduras con todo lo que esto implica en corrupción y nulo respeto a la militancia.
Usufructuarios de recursos económicos millonarios, presumían tener el control de varias regiones, lo que tal vez sucedió en su momento de esplendor, pero pasado el tiempo la realidad era otra, dramáticamente otra.
Para nadie es desconocido que el hoy gobernador logró el triunfo en distritos donde los candidatos a alcaldes y diputados locales del tricolor perdieron, con todo y la promesa de los “líderes natos” que apenas horas antes de los comicios prometían miles de votos.
Omar Fayad ganó pese a estos personajes, que no solo estorbaron al actual mandatario, sino que incluso buscaron hacer realidad aquella frase del, “me hundo, pero te llevo conmigo”.
Hoy está en marcha un proceso abierto para que ningún aspirante a puesto de elección popular dependa de estos autonombrados “santones de la política hidalguense”, y sí en cambio de un trabajo real, a ras de piso, en que se entienda de manera definitiva que la volatilidad del sufragio es una realidad y nunca volverá a depender de que un supuesto iluminado lo solicite.
Va pues más allá de un mero rompimiento entre un gobierno que se fue y otro que llegó, aunque esta realidad tampoco puede ser negada.
Se trata de la reinvención de la política priísta en Hidalgo, reinvención que tendrá que incluir también, y por necesidad, la tarea de revivir los fundamentos ideológicos de un partido como el PRI, y dejar de una vez por todas la idea de que se puede caminar por el mundo sin tener un ideal que alcanzar.
Por supuesto que en este camino los grupúsculos de poder, tan consentidos durante décadas, en un ejercicio de vergüenza y dignidad, debieron dar un paso al lado para no estorbar. Pero esto es mucho pedir en pequeños dictadorzuelos que no alcanzan a entender que su tiempo, simple y sencillamente pasó.
No ha sido, no es y no será fácil este camino que transita el gobernador Fayad desde hace ya más de dos meses. Tampoco estará exento de complicaciones con algunos de sus colaboradores, que aún no entienden el papel histórico que les ha sido dado representar, y se niegan a dejar atrás estilos patéticos en el ejercicio del poder.
Sin embargo todo parece indicar que de cara a los primeros 100 días de la era Fayad, nos encontraremos con un ejercicio del poder de primera mano, es decir donde se extingan para siempre los “santones” y con ello los intermediarios entre la ciudadanía y el jefe del gobierno hidalguense.
MINUTARIO.- Israel Félix Soto, secretario del Despacho del gobernador del estado, ha logrado sortear con inteligencia los primeros meses en el cargo de mayor peso específico en la actual administración. Muy joven, ha sabido actuar con prudencia. De los funcionarios que prácticamente viven en Palacio de Gobierno.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
twitter: @JavierEPerata
CITA:
Hoy está en marcha un proceso abierto para que ningún aspirante a puesto de elección popular dependa de estos autonombrados “santones de la política hidalguense”, y sí en cambio de un trabajo real, a ras de piso, en que se entienda de manera definitiva que la volatilidad del sufragio es una realidad y nunca volverá a depender de que un supuesto iluminado lo solicite.