Morena: 100% sí al pragmatismo

Morena: 100% sí al pragmatismo

RETRATOS HABLADOS

Ninguna duda había de que la elección de candidatos a presidentes municipales, detonaría todo tipo de complicaciones al interior de Morena, al grado que para estos momentos, el caso Pachuca atrae la atención, y por supuesto las ambiciones de representantes de todas las corrientes habidas y por haber en ese instituto político. 

En la estructuración de un partido que tiene en sus manos la presidencia de la República, -pero que aspira a quedarse en el poder por lo menos la mitad del tiempo de su antecesor y origen directo, el Revolucionario Institucional-, resulta hasta lógico encontrar un camino sembrado de complicaciones, así como el surgimiento de corrientes que enarbolan a estas alturas los principios básicos del materialismo histórico.

Es, digamos, “normal”, este proceso, porque tener como objetivo un andamiaje del tamaño que manejó por casi un siglo el tricolor, de ninguna manera es tarea fácil, y sin duda deberá ser fruto de un proceso que pase por un largo y sinuoso camino.

Por supuesto, las complicaciones fundamentales surgen de los que se consideran “fundadores” y “poseedores” de las escrituras originales de Morena, en este caso de Hidalgo, porque insisten en plantear que, al ser de militancia ideológica de izquierda, luego entonces están en el camino correcto.

El hecho, sin embargo, es que, por donde se le busque, la cimentación morenista, poco o nada tiene que ver con movimientos izquierdistas que pretendan imponer un sistema socialista. No, eso es evidente y solo quien no quiera verlo, no lo verá.

Sin embargo, el trabajo a favor de esa corriente, sin duda es de lo más cercano a la autoridad presidencial morenista, pero de ninguna manera, la única.

Andrés Manuel López Obrador, cayó en la cuenta que su movimiento estaba condenado al fracaso absoluto, si insistía en reservarse el derecho de admisión, es decir en que cada uno de los que ingresaran a Morena, y después buscaran una candidatura, deberían aprobar un riguroso examen sobre el libro clásico de Martha Harnecker.

De ninguna manera iba a cometer el mismo error, y abrió las puertas de par en par a quien simplemente quisiera colaborar, en su militancia y en recursos económicos, con su movimiento, que ya después habría tiempo suficiente para confirmar lealtades, no ideologías.

Muchos de los que en su momento aplaudieron esa decisión, hoy se rasgan las vestiduras porque fueron dejado a la vera del camino, en su intención de alcanzar una candidatura municipal. El hecho es que sabían de un proceso 100% pragmático, con el objetivo sustancial de alcanzar el poder en espacios fundamentales para el proyecto AMLO.

Cada cual tendrá sus razones.

Pero de ninguna manera pueden decirse sorprendidos. Morena no tiene como origen ninguna revolución armada, y qué bueno, sí en cambio un liderazgo con tintes mesiánicos, que por supuesto apuesta una vez más a lograr ampliar el poder de su partido, a la mayor parte de la célula básica y fundamental: el municipio. 

Y en ese camino, donde cimentar con todo el poder presidencial, que se mantendrá como tal, aun sin su presencia directa, apuesta a ganar sin ninguna posibilidad de que se registren derrotas. 

Morena es AMLO. Así de simple.

Mil gracias, hasta mañana.

Correo: jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

X: @JavierEPeralta

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