OPINIÓN | Cuando el gato no está…   

OPINIÓN | Cuando el gato no está…   

Uno les dice sus cosas, y nada más les entra por uno y les sale por el otro oído. Así el comportamiento de los funcionarios públicos de Hidalgo, quienes han comenzado a crear inconformidades dentro de las propias dependencias que encabezan debido a los abusos y “corrientadas” que han cometido algunos secretarios tras las supuestas comisiones de trabajo a la que envían a sus empleados, a quienes con un pin en la solapa les hacen llamar “empleados del pueblo”.

¿Qué hacen estas comisiones en regiones tan alejadas de Hidalgo? Sabrá Dios. Pero lo cierto es que el funcionario público que todos conocen dentro de la administración estatal como “Bebeleón”, ha vuelto a las andadas luego de que no le dieron chance de ser candidato, y lo peor, ahora con mayor rudeza para cuidar que los recursos se gasten sólo en su oficina porque a los pobres funcionarios que manda a comisión les da su hojita de mandato que dice con letras grandes “Comisionado”, les echa la bendición, les pone un pin con el logotipo del gobierno estatal (como los que reparten y facturan en la Contraloría) y les dice “que te vaya bien en la ‘huasteca’”. 

A diferencia de funcionarios públicos de otras dependencias que también han enviado comisionados a diversas regiones de la entidad, el de agricultura se quedó con lo de los viáticos, o de plano alguien muy “inútil” se olvidó de tener una partida presupuestal para ese tipo de salidas, de cualquier forma queda mal con la gente que tiene que pagar de sus bolsillos los alimentos, los hospedajes y hasta la gasolina, cuando no les alcanza.

Lo malo que en estos tiempos nos tenemos que cuidar de los que saben, de los que saben robar y mantenerse impunes mientras chivos expiatorios son detenidos, procesados y encarcelados, ya que aunque la luz salga a flote, si no se comprueba de acuerdo con el sistema judicial, nada más no hay forma, y hasta candidatos pueden volver a ser. 

Qué pena que en un gobierno de la transformación sólo se han transformado las mañas para seguir haciendo lo mismo, qué pena que sólo se hayan transformado los rostros, y aunque hoy los perfiles sean otros, la corrupción que se vive en la compra y venta de insumos, en las comisiones y en la renta de productos para las “giras de trabajo” dan pena, generan desilusión hacia un partido político que juró ser diferente, pero al que se le colaron desde un inicio las chinches de la política, aquellos que aprendieron bien las mañas y ahora las están poniendo en práctica. 

Pronto estarán llegando las solicitudes de información pero adelantamos que no tendrán respuesta como otras tantas, sin embargo, como lo ha dicho el supremo líder de la Cuarta Transformación, Andrés Manuel López Obrador, el tiempo se encargará de mostrar sus cochinadas, como se ha encargado de mostrar las cochinadas de otros tantos que aun estando libres o siendo candidatos, son vistos por la gente como los apestados, los vulgares ladrones y sinvergüenzas de siempre, en el partido que estén y bajo la protección que logren.

En tanto, en las dependencias estatales actuales es necesaria una revisión de las facturas de los comprobantes de compra, es necesaria una revisión de los precios facturados y los costos reales de las cosas compradas, es necesaria la transparencia que tanto se pregona y es necesaria también una Contraloría eficiente que esté al pendiente de temas cruciales para la entidad, disfrazarse de caballero medieval no es el trabajo que debe hacer un contralor, ya que mientras se pasea en un carnaval los otros aprovechan para hacer de las suyas, como diría la sabiduría popular, “mientras el gato no está, las ratas hacen fiesta”. 

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