EL PEQUEÑO TIMMY
“Todo es bonito desde la palabra siempre y cuando no me perjudique, compadre” como dirían los viejos políticos: “prometer hasta meter, y una vez metido a olvidar lo prometido”, pero se les está diciendo y nada más no entienden estos políticos de hoy a quienes parece que les gusta encabritarse a lo bruto y de a gratis.
La razón por la que se han tenido que garantizar espacios para la participación política de la mujer, así como para otros sectores, obedece a la simple y sencilla razón de que en esta ilusión de democracia, por años bajo el amparo de los gobiernos, estos sectores de la población fueron relegados a pesar de que en los discursos políticos “eran contemplados”, de palabra, no de actos.
El hecho de que tenga que haber lugares exclusivos para mujeres, personas de la diversidad sexual, adultos mayores, personas con discapacidad, jóvenes y más, debería parecernos ridículo en una democracia dónde se supone que los representantes del pueblo, en cualquiera de los cargos públicos, hacen eso: “representar al pueblo”. Pero con todas sus cochinadas, familiares metidos hasta el cuello en las nóminas, e incluso las dinastías que no han dejado los gobiernos municipales, esta idea de representación democrática se queda en un espejismo.
Lo único que refleja el hecho de que se establezcan acciones afirmativas enfocadas a favorecer a sectores de la población históricamente olvidados como el indígena, por poner un ejemplo, es destapar la verdadera cara de la política que se ha hecho en Hidalgo siempre, y aunque parecieran actos de justicia, lo que en verdad reflejan este tipo de situaciones es la incongruencia y fracaso que existe dentro de los que se hacen llamar “defensores del pueblo” ya sean funcionarios públicos de primer o segundo nivel.
Lo sucedido en la pasada sesión del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo, mejor conocido como IEEH, fue un claro ejemplo de la hipocresía, del doble discurso y la doble moral que impera dentro de los partidos políticos que lloriquean que los tribunales hayan permitido que en 27 municipios de los 84 que tiene la entidad, se tenga que hacer una postulación exclusiva para mujeres, ya que el objetivo es que sean éstos gobernados por mujeres y con el riesgo de que unos partidos postulen a su libre elección se corre el riesgo de que manden perfiles a perder, por lo que se implementó esta estrategia que no le gustó a Movimiento Ciudadano, al Partido del Trabajo, al Partido Verde Ecologista de México, al Partido de la Revolución Democrática, el Partido Acción Nacional, ni al Partido Revolucionario Institucional.
La sesión del pasado 25 de febrero, dejó ver la molestia de los representantes de los partidos políticos, sin vergüenza, sin pudor y sin nada de tacto, fue tan cínico y tan incongruente como cuando el Marko Cortés ese, hizo público el acuerdo que tuvo con el PRI para ganar la gubernatura en Coahuila.
Primero que sí, que todo bien y luego salieron con que ya no me gustó. Con discursos ocultos como el de, nos van a desplazar las mujeres, pobrecitos hombres que en décadas de gobierno no se pueden acostumbrar a dejar el hueso al menos un periodo de gobierno…
Todo lo anterior, insisto, es el reflejo del fracaso de todas esa políticas que por años dijeron que implementarían a favor del pueblo, pero de un pueblo que parece que no tenía población indígena, jóvenes, mujeres, adultos mayores, ni personas de la diversidad sexual, quizá es hora de preguntarnos qué otros sectores se están quedando fuera, porque todo indica que si no se tiene un lugar en el poder desde el sector de la población al que pertenecemos, no estaremos representados.
