OPINIÓN | La inútil oposición que le da poder a AMLO

OPINIÓN | La inútil oposición que le da poder a AMLO

Nos guste o no, las campañas políticas son batallas de una guerra eterna en la que los participantes buscan hacerse del poder. Y como en toda guerra, las alianzas y las traiciones están a la orden del día, no hay triunfo sin estrategia, sin un rumbo claro y sin la ideología firme que moverá a los luchadores en el campo. 

Hoy la oposición en México no existe, solo hay un puñado de mentirosos, buenos para nada, inútiles que en seis años no pudieron aprender a ser oposición y que en el cenit de los partidos políticos a los que pertenecen ya no buscan revivirlos ni renacer como el fénix, sino que como buitres de la desgracia, solo buscan dónde se acomodan y de qué cadáver comerán. 

Alito Moreno y Carolina Viggiano, ambos del PRI viejo que ahora es “nuevo” son claros ejemplos de este tipo de personajes, que por una parte prometen el relevo generacional, pero por otra se anotan en los primeros lugares de las listas plurinominales para afianzar un lugar en el Congreso de la Unión, y ni se diga de Marko Cortés y Ricardo Anaya del PAN. 

Ya de la momia llamada “Chucho” del PRD mejor ni hablamos, perfiles que se acostumbraron a vivir de la corrupción generada desde sus esferas políticas, personajes que no se conformaron con el sueldo de funcionario público y han ocupado los distintos cargos para favorecerse económicamente. 

Todos ellos en conjunto no han hecho nada más que ridiculizarse ante la figura de Andrés Manuel López Obrador, quién poco a poco los ha desenmascarado y acorralado. Hoy, los inútiles dizque opositores no les queda más que arrinconarse como ratas miserables que poco a poco se quedan sin salida. 

El problema  es  que no tienen autoridad moral, no tienen estrategia, y a lo que llaman estrategia que no es más que “mentir y volver a mentir” ya no funciona de la misma forma que cuando estuvieron en sus años de esplendor, cada proceso electoral que llega está más lejos esa imagen de “carro completo” que alguna vez, al menos en Hidalgo, presumió el PRI, todo parece indicar que el tiempo le dio la razón a AMLO y que el siguiente carro completo será para Morena. 

Es que en el bloque opositor que ni es bloque ni es oposición de nada, no tienen confianza ni en ellos mismos, se conocen tan bien que desconfían unos de otros, saben que no tienen palabra y que ni siquiera una firma en los acuerdos escritos es suficiente para que estos se cumplan. 

Como lo hemos dicho antes en este mismo espacio, la oposición se ha encargado de darle la razón a AMLO con su actuar descerebrado con la bilis por enfrente tratando con pucheros de Quico decirle “chusma, chusma” al presidente de la república que ha mostrado que el dinero alcanza para programas sociales y que el periodo neoliberal fue un rotundo fracaso para México. 

El pasado lunes, AMLO presentó el paquete de sus reformas constitucionales, mismas que en algún momento serán aprobadas y con las que la oposición quedará reducida a un puñado de sinvergüenzas resentidos y llorones, todos perdedores, todos sin haber sabido ser oposición, un grupo acostumbrado a los privilegios y las malas mañas, esto no quiere decir que no haya pillos que ya estén en Morena haciendo lo mismo, pero lo cierto es que si las cosas siguen así México se perfila a una democracia como la instaurada en China, no habrá una dictadura pero sí un gobierno absoluto denominado “democrático” con el respaldo de la mayoría del pueblo y sin partidos políticos alternos, ya que estos habrán sido extinguidos por la ambición de los líderes pedorros que encumbraron al presidente.

AMLO ya se va, pero el paquete de reformas constitucionales entre las que se encuentra la supresión de diputados y senadores plurinominales, no es el último golpe del presidente, vendrán más, aunque ya golpear a la oposición, como diría una gran amiga, en estos momentos sería como patear a un borracho que ni levantarse puede, lo peor de todo es que hasta en eso AMLO les daría con todo ya que no hay nada más humillante que decirles “pobrecitos” o mostrarles el posible camino para llegar a un tú por tú. 

Este capítulo de la historia en México debería llamarse “La inútil oposición que con su incongruencia le otorgó todo el poder al presidente Andrés Manuel López Obrador”, el mismo que se encamina para quedar grabado en la historia como el precursor de la Cuarta Transformación. 

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